Contar con una navaja afilada, una toalla caliente y un buen after shave son vitales para evitar lesiones en la piel.
Afeitarse no significa usar la máquina como si fuera una podadora. Una apropiada técnica evitará dañar la piel y causar lesiones, tales como cortes o infecciones.
Lo primero: contar con una navaja bien afilada. Deseche aquellas que ya utilizó varias veces. Para una afeitada más cómoda y con mejores resultados, es conveniente remojar una toalla en agua caliente por unos 5 minutos.
Luego, coloque la toalla en el rostro y proceda a afeitar. Esto ayuda a que los poros se abran y los vellos puedan ser cortados con más facilidad. Por otro lado, busque una crema de afeitar que no tenga componentes que le irriten la piel.
Otro consejo: afeite según la dirección en la que crezca el vello. Finalmente, es recomendable usar productos after shave con componentes humectantes y antisépticos para evitar molestias posteriores.