Pese a tener más de 100 años de existencia, el béisbol invernal caribeño sigue cometiendo errores más apropiados para bebés recién nacidos que para abuelos centenarios. Pareciera como si la experiencia acumulada y las batallas peleadas no hubieran dejado ninguna enseñanza.Triste admitirlo, pero las ligas caribeñas lejos de instituciones rancias y nobles se comportan como compañías de carpeta constituidas única y expresamente para montar torneos express de tres meses.
La valoración podría lucir extremista e injusta para aplicarla a una industria que nació a finales del siglo 19 en Cuba y luego se exendió a Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Panamá, México, Colombia y Nicaragua y ha resistido el paso del tiempo y una extensa lista de adversidades que la han hecho doblarse, pero nunca quebrarse.
La ausencia de reglamentos estrictos y uniformes y la casi inoperancia de la Confederación del Caribe como organismo supervisor y mediador convierten el béisbol caribeño en una especie de salvaje oeste, donde el más fuerte impone su razón, o mejor dicho, su sinrazón.
Les regalo algunos ejemplos de las cosas asombrosas que están ocurriendo en las ligas invernales cuando estamos a unos cuantos días de entrar al 2012.
Los suspendidos de MLB: Desde que las Grandes Ligas establecieron un programa de detección de sustancias, en el 2006, quedó claro que las suspensiones en Estados Unidos no afectaban en la pelota invernal. Sanciones en las ligas mayores no impidieron que Guillermo Mota, Jorge Sosa y Ronny Paulino, de Tigres del Licey, y Neifi Pérez, de Leones del Escogido, jugaran en República Dominicana tan reciente como el invierno anterior.
Sin embargo, cuando Manny Ramírez intentó burlar el sistema, jugando en Dominicana sin haber enfrentado una segunda suspensión de MLB, inmediatamente apareció una regla "nuevecita" y desconocida que no solamente bloqueó a "Manny being Manny", sino también a Timoniel Pérez y Luis Vizcaíno en Quisqueya, pero no a Eliezer Alfonso en Venezuela (Caribes de Anzoátegui) o a Mike Jacobs en México (Aguilas de Mexicali). ¡¿What?!
Y lo más bonito, agarrése a su silla, los jugadores impedidos de jugar 50 partidos en la temporada regular dominicana no solamente seguirán bloqueados para los playoffs, sino que además deberán cumplir otros 50 juegos en Estados Unidos si consiguieran contrato para el verano. ¡PLOP!
No solamente es una arbitrariedad, sino una violación de los derechos humanos el castigar dos veces a una persona por el mismo delito. ¿Y qué dicen las ligas caribeñas? ¡Nada!
Ambiorix Burgos en Aragua: Hace dos años, el lanzador Ambiorix Burgos fue suspendido "indefinidamente" (el término es completamente arbitrario y abierto a todo tipo de abusos) en la Liga Dominicana y no podrá apelar la sentencia antes de tres años.
El acuerdo invernal supuestamente (recuerden que con las ligas invernales todo es "supuesto", "probable", "casual", "improvisado", "momentáneo", etc) establece que un jugtador suspendido en una liga no podrá jugar en otra. Bueno, pues los Tigres de Aragua de Venezuela contrataron a Burgos por encima del acuerdo invernal y la advertencia de la Confederación del Caribe.
Sin entrar el detalles de los méritos de la sanción indefinida contra Burgos, la misma existe y es conocida en el planeta tierra y otras estrellas del universo desde hace dos años. Sin embargo, Burgos lanzó con Aragua y hasta el sol de hoy ni la Liga Venezolana de Béibol Profesional o la Confederación del Caribe han dicho algo de la violación. Para las dos entidades, el asunto no existió. Punto. Resuelto.
Nelson Figueroa en RD:
Nelson Figueroa es un lanzador derecho que pertenece a los Astros de Houston en Grandes Ligas y que ha dejado una profunda huella en el béisbol dominicano. Pero Figueroa, un newyorkino hijo de puertorriqueños, aparece como boricua en el béisbol invernal y pertenece a los Criollos de Caguas.
Resulta que Figueroa prefiere lanzar en Dominicana y no en Puerto Rico, lo que no tiene nada de malo o extraño, pero Caguas es el dueño de los derechos del lanzador. Les cuento que en medio de la temporada puertorriqueña Caguas "liberó" a su mejor lanzador y figura central en los planes de ganar la corona para que firmara con Leones del Escogido de la liga dominicana. Supuestamente, Caguas recibió dos jugadores de Escogido en la transacción (recuerden que todo es "supuesto" en el béisbol invernal).
No hubo explicaciones de la directiva de Caguas sobre las razones del cambio, pero se hizo y se quedó así. Los fanáticos de los Criollos aún están moviendo sus cabezas tratando de comperender.
¿Imaginan a Escogido mandando a Francisco Liriano a Caguas en medio de la temporada por dos peloteros desconocidos y "supuestos"?
Nanita en el limbo: Desde hace un par de años la Liga Dominicana creó un sorteo de los peloteros de equipos eliminados para reforzar a los conjuntos que avanzan a la postemporada.
La medida es económica y tiene sentido: Los clubes dominicanos se refuerzan con un talento local probado y de bajo costo en lugar de acudir al mercado internacional a sobrepagar talento inferior al doméstico.
En el sorteo del viernes 23 los clasificados Aguilas Cibaeñas, Tigres del Licey, Leones del Escogido y Gigantes del Cibao tuvieron la oportunidad de reforzarse con lo mejor de los eliminados Toros del Este y Estrellas Orientales. Bueno, no del todo.
Resulta que el jardinero Ricardo Nanita, de los Toros, fue incluido en una lista de "no disponible", pese a que el jugador anunció públicamente su intención de seguir jugando e incluso hasta acudió al lugar del sorteo para reiterarlo.
El tranque dejó en evidencia, una vez más, la pobre estrúctura del béisbol invernal.
El gerente general de Toros, Jean Giraldi, alegremente proclamó en los medios de comunicación que había anunciado que Nanita estaba disponible mediante una llamada a uno de los empleados de la liga. No una carta, no un mail, no un mensaje de texto. ¡Una llamada!
Jorge Torres, relacionador público de la Liga Dominicana y el empleado que delante de testigos recibió la lista verbal de inhabilitados de los Toros, ha evitado la controversia, pero cuenta con el apoyo del organismo.
Por un error administrativo, Nanita no pudo ser rifado el viernes entre los equipos que participarán en la postemporada dominicana, pero peor aún, de acuerdo a los "supuestos" reglamentos de la liga quisqueyana, el pelotero, no podrá jugar en otra liga del Caribe, pese a que no ha cometido ninga falta.
Aunque parezcan cómicos, estos episodios dan más pena que risa. Y que conste que no estamos incluyendo el incidente del viernes 23 en un partido en Venezuela en el que Yorvit Torrealba le dió una cachetada a un árbitro y la liga dejó para después de las fiestas navideñas las medidas a tomar. Al fin de cuentas, no fue hasta el lunes 26 que se anunció una sanción de 66 partidos contra Torrealba.
Recuerden que se los dije al principio: "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto".