La playa La Casita Blanca está repleta con un manto de algas amarilla que despide un olor desagradable. Esta alga impide a los bañistas acercarse al mar para darse un baño.
Barahona.- Cientos de ciudadanos que circular y residen al frente de la de la playa La Casita Blanca de esta ciudad son afectados por un fuerte mal olor que emana de una alga marina (limo amarillo) que según informaciones sin confirmar, viene desde el norte de México.
Desde hace varios días este limo (que se apoderó de gran parte de la orilla de la playa), está afectando las vías respiratorias de los miles de residentes en esta zona sin que las autoridades de Salud Pública y de Medio Ambiente hayan realizado las investigaciones de lugar para determinar si esta alga marina podría afectar la vía respiratoria de de las personas y de las especies marina que tienen su hábitat en el lugar..
Según un inspector de medio ambiente que se encontraba en el lugar, pero que no quizo revelar su nombre, nos informo que este limo sirve de abono a las especies marina y que no causa ningún daño a las personas.
Por Nestor Laurens
Posible origen de las algas en las costas de Barahona
Todavía no se conoce con certeza la razón de la excesiva cantidad de sargazo que está siendo reportada no sólo en las costas dominicanas, sino de muchos otros países de la región. Este año se han observado en todo el Atlántico temperaturas de superficie anormalmente altas.
Por esto, las principales hipótesis que se han escuchado con cierto valor se han relacionado con este cambio climático: algunos piensan que el aumento de temperatura ha cambiado las corrientes del Atlántico, especialmente en el Mar de los Sargazos, lo cual ha propiciado que se desprendan grandes masas de estas algas hacia áreas no habituales; otros han especulado que las altas temperaturas han favorecido el crecimiento desmedido de esta especie, encontrándose ahora en áreas previamente no ocupadas o escasamente ocupadas del océano.
Todavía pueden surgir más hipótesis, que, al igual que éstas, habrá que validar contra evidencias concretas en las siguientes semanas y meses.
Pero, ¿qué consecuencias tiene este acontecimiento? Aunque todavía no se conoce todo el alcance de su impacto, se piensa que la gran cantidad de estas algas debe estar afectando la salud de los ecosistemas que está cubriendo.
Así, por ejemplo, los arrecifes de coral y los pastos marinos, dos de nuestros ecosistemas marinos más productivos, dependen de altas cantidades de luz solar para vivir y crecer, algo que esta invasión pudiera estar evitando.
Así también al ocultar el sol de la columna de agua y el fondo marino, especialmente en aguas someras, estas algas podrían estar modificando la temperatura y el hábitat de muchas otras especies.
También, al morir, esta excesiva cantidad de material vegetal genera un exceso de nutrientes que a su vez provoca una explosión de organismos descomponedores (especialmente bacterias) que agotan el oxígeno disuelto en el agua del que depende toda la vida de los océanos.
Por otro lado, existen otros impactos de índole económica: el transporte marítimo puede verse dificultado debido a que las hélices de las embarcaciones pueden enredarse en estas algas, también, el turismo pudiera verse afectado por estas grandes masas de algas acumuladas y en estado de descomposición.
Sin embargo, hay que destacar que este alga constituye un abono natural excelente, por lo cual en muchos países donde sale regularmente a las costas es recogida de las playas y comercializada (ojalá aquí se aprovechara esta oportunidad).
Sea cual fuere la razón de este florecimiento de sargazos, es probablemente otra muestra del cambio climático que ya comienza a hacerse patente en la infinidad de maneras que han predicho los científicos, cambiando nuestro mundo de formas impredecibles.
Quizás este evento inusual sirva para despertar a aquellas personas que pensaban que el cambio climático no existía o que no sería algo que afectaría sus vidas. Todos estamos ante un mundo nuevo, cada día más cambiante.
Por Yolanda León
Miembro del Grupo Jaragua