Todas sabemos que nuestro pelo es una parte esencial de nuestra imagen. ¡Quién no querría lucir una abundante y sedosa melena! Y es que hay pocas cosas tan atractivas como un cabello sano y brillante. Cuando la salud de nuestro cuero cabelludo se ve amenazada, conocer las causas que hacen que perdamos pelo a marchas forzadas es la clave principal para combatirlo.
Muchas ponemos el grito en el cielo cada vez que nos pasamos el cepillo y lo vemos lleno de pelos. Que se nos caiga el pelo es perfectamente normal, la cuestión es que el pelo nuevo que sustituye al que perdemos crezca fuerte y sano. Sólo debemos empezar a preocuparnos cuando vemos que la cantidad de pelo que perdemos a diario es objetivamente más exagerada de lo habitual, es decir, que nuestro cabello pierde cuerpo y volumen de forma visible.
La pérdida de cabello puede estar motivada por causas muy diversas. La edad y la genética pueden tener cierta influencia sobre la caída del cabello, pero son factores contra los que poco se puede hacer. Aún así hay muchos otros factores que sí que podemos controlar y que tienen una influencia directa en la salud de nuestro cabello.
Causas internas que producen la caída del cabello
El ritmo de la vida moderna tiene muchos efectos negativos no sólo sobre nuestra psique, sino también sobre nuestro bienestar físico y eso también se refleja en el pelo. De hecho el estrés es una de las principales causas detrás de la pérdida acelerada del cabello.
Una mala alimentación suele traducirse en carencias nutricionales que se reflejan en nuestro aspecto. Dos de los síntomas más visibles de las carencias alimentarias son el deterioro de las uñas y del cabello, que se debilita y acaba cayendo. De aquí la importancia de ponerse a dieta bajo supervisión médica. Nunca lo hagas por tu cuenta y riesgo.
Pero las carencias alimentarias no tienen porque estar motivadas únicamente por no llevar una dieta sana y equilibrada. Si estás embarazada, tu cuerpo necesitará más nutrientes de lo habitual porque tendrás que alimentarte para dos. Además el estrés postparto sumado a los cambios hormonales también son factores desencadenantes de la caída del cabello.
Factores externos que influyen en la salud de nuestro cabello
También hay factores externos como los tintes u otros cosméticos que son agresivos con nuestro cuero cabelludo, o factores medioambientales afectan a nuestro cabello, lo debilitan volviéndolo opaco y provocando su caída.
Igualmente, sufrimos agresiones medioambientales externas como el salitre del mar o la radiación solar, que son más habituales en verano, o los efectos de la contaminación ambiental, que sufrimos durante todo el año.
Para proteger nuestro cabello como es debido debemos tener en cuenta tanto los factores internos como los externos:
Lleva una dieta sana y equilibrada. Huye de las dietas milagro. Recurre a complementos alimentarios si es necesario y siempre bajo supervisión médica.
Evita el estrés. Busca tiempo para tí misma y elige tu forma favorita de liberar tensiones ya sea mediante el baile, el yoga, un relajante baño de burbujas... Procura desconectar de todas tus preocupaciones al final del día, ya que si te llevas tus problemas a la cama, eso repercutirá negativamente en la calidad de tu descanso.
Protege tu cabello de las agresiones medioambientales. En el mercado existen muchos productos de calidad que hidratan, reestructuran el cabello y lo protegen de la humedad y los rayos ultravioleta.
No abuses de tintes, permanentes u otros productos agresivos que si se aplican con demasiada frecuencia dañan el cuero cabelludo y alteran la estructura del cabello.
Los cosméticos que utilices en el cuidado diario de tu cabello deben ser suaves y de calidad si no quieres obtener los efectos contrarios a los deseados.
No te peines de forma demasiado enérgica ni lleves recogidos demasiado tirantes, que una cosa es que se te caiga el pelo y otra que directamente te lo arranques