POR JOSE ANTONIO MATOS PE�A.
Para Ecos del Sur.
El candidato a la presidencia de la rep�blica por el partido de Liberaci�n Dominicana, licenciado Danilo S�nchez, es mercadeado pol�ticamente por sus ac�litos y el sistema de publicidad creado para su campa�a, que a decir de do�a Altagracia Salazar, consta de 37 Emisoras de Radio, cerca de 20 canales de televisi�n y alrededor de 3 mil comunicadores, asalariados con emolumentos que empiezan en los 5 mil d�lares hasta alcanzar los 30 mil, como el �nico que hace propuestas positivas para su posible gobierno.
Nada m�s alejado de la verdad, a nuestro criterio, lo contiene esta aseveraci�n, en vista de que cabe preguntarse, �con qui�n va a garantizar �l, este gobierno?, �Cu�l es el cambio que podr�a esperar el pueblo dominicano, si su candidatura nace del partido en el gobierno, y a un a�o de concluirse?, recordando adem�s, que �l es un prominente dirigente y l�der de ese partido, con el que comparte en desventaja ese liderazgo con el presidente de la Rep�blica y presidente de su partido.
No puede ofrecer un importante y cre�ble programa de gobierno desde un partido que se ufan� en toda su vida de oposici�n de tener los mejores programas de gobierno y de ser los paradigmas de la honestidad, cuando en realidad, han hecho una pr�ctica de gobierno diametralmente opuesta a la honestidad y los proyectos fundamentales de sus gobiernos, que son tres, no estaban contemplados en sus programas.
No puede hacer una oferta electoral el candidato de un partido que a base de usar los recursos del estado, se ha perpetuado un gran tiempo en el gobierno y que a base de esas artes, ha concentrado todo el poder en manos de su presidente, con evidentes intenciones de manipular los resultados de las elecciones y las decisiones judiciales en presente y futuro.
No puede presentar un mejor y �nico programa de gobierno el candidato del PLD, que no pudo demostrar independencia en su accionar, cuando su acompa�ante de boleta fue impuesta por el poder que el dice va a sustituir, y sobre el cual producir� cambios, siendo al decir de Soto Jim�nez, no se puede cambiar con lo mismo. El ave F�nix, se levant� de sus cenizas, seg�n antiguas escrituras, pero en estas �pocas, las cenizas de poco sirven, a lo mejor para esparcirlas.
La verdadera oferta electoral la ostenta el ingeniero Hip�lito Mej�a, quien garantiza una reorientaci�n en la inversi�n, un apoyo resuelto a la producci�n nacional, un verdadero apoyo a la educaci�n, un corte profundo al mal gasto y despilfarro y freno total a lo superfluo, un gobierno que se conduela de los despose�dos, d�ndoles la varita, pero no siempre el pescado, redistribuyendo verdaderamente las riquezas, y eso va tambi�n, para los que reciben canonj�as millonarias a cambio de supuestos servicios p�blicos, en un pa�s que al mismo tiempo contiene un sargento de la polic�a, por ejemplo, con 6,200 pesos mensuales, de sueldo.
El pa�s demanda un cambio y en estos momentos el verdadero cambio no puede ser con lo mismo, tiene que ser con un Hip�lito Mej�a que garantiza una administraci�n p�blica sana, que reduzca al m�nimo la voracidad fiscal, y que proteja verdaderamente la producci�n nacional, que impida a capa y espada, las importaciones da�osas.
