¿Hacia dónde se dirige una nación cuyos hijos no conocen al patricio Juan Pablo Duarte? - Barahoneros

domingo, 29 de enero de 2012

¿Hacia dónde se dirige una nación cuyos hijos no conocen al patricio Juan Pablo Duarte?


Por Ramón López Ynoa.

El periodista Teuddy Ariel Sánchez acaba de publicar un reportaje que da cuenta que estudiantes de Octavo grado de la Educación Básica y del Primer grado de la Educación Media de la ciudad de Barahona, así como personas no escolares, desconocen quién fue el patricio Juan Pablo Duarte.

Según la información de los quince estudiantes escogidos al azar en una de las esquinas de la plazoleta Duarte en donde en el día de ayer, 26 de enero, se conmemoraba el día del Patricio, ninguno pudo decir quién era Duarte.

“Fue un hombre bueno”, “No sé quién es ese hombre”, “A mí me hablaron de ese hombre, pero ya no me recuerdo” fueron las respuestas que dieron los estudiantes consultados a quienes les preguntaban sobre la figura de Duarte.
Cuando leímos esa información nuestra primera reacción fue la de incredulidad, luego de preocupación.

De incredulidad porque conocemos de la actual orientación curricular de la escuela dominicana en la que se resalta el papel de los valores cívicos y del enaltecimiento de las figuras patrias, y de preocupación porque, precisamente, son los valores cívicos y patrios lo que en la actual sociedad globalizante permitirá mantener la identidad nacional de los pueblos.

Los viejos paradigmas de nacionalidad están siendo engullidos por los nuevos esquemas de la globalización cultural y económica mundiales y, como plantean los expertos, la conservación y exaltación de los valores patrios y cívicos es lo que quedará para la identidad de lo nacional y serán, agregamos nosotros, el Hilo de Ariadna para encontrar el rumbo de lo nacional ante la ola avasallante de la mundialización cultural.

¿Hacia dónde se dirige una nación en la que sus futuros conductores, los escolares de hoy, no conozcan de dónde viene ni quiénes forjaron la nacionalidad?

Antes que negar o de restarle crédito a la forma en cómo se recabó la información, la misma debe servirnos para reflexionar sobre las posibles causas de que nuestros escolares, como los no escolares, no conozcan de nuestros símbolos nacionales, y más aún, sobre quiénes hicieron posible que hoy seamos una nación libre e independiente.

Debemos convocarnos todos y todas a un análisis de la situación y a la búsqueda de formas que reviertan la situación denunciada, porque lo que está en juego, no es la denuncia del éxito o del fracaso de una gestión, sino el futuro de nuestra identidad como pueblo, de nuestra nacionalidad.