Emprender un recorrido por su vida y obra siempre ser� una aproximaci�n a la esencia de sus aportes. Esto se ha hecho en m�ltiples oportunidades a trav�s de art�culos, conferencias y libros. La opini�n del destacado cr�tico Armando �lvarez Bravo es plenamente compartida por nosotros:
De esta suerte, los cuadros del pintor se convierten en verdaderas sinfon�as crom�ticas en que las formas se materializan con ins�lita fuerza. Pero siempre, siempre, subordinadas a un color aplicado con suprema sabidur�a y dominio de los matices. Es decir, el dominio que s�lo alcanzan los maestros. Un dominio que da a la pintura de Oviedo esa profundidad singular en que todo parece proyectarse o hundirse infinitamente.
Formas y colores, a veces in�ditos, atravesar�n los lienzos. Trazos fuertes, duros y a veces llenos de horror, formar�n parte de sus murales. Ternuras orillando la llegada de la tarde convertidas en matices llenos de vida.
Arco�ris terrenales se mover�n a los espacios creados por Dante y parecer�n infiernos coloreados. Autorretratos que son diluidos para que expresen la eternidad. Una guitarra que trata de interpretar lo que un cuadro no podr� decir porque los sonidos en ese momento se expresan mejor que los colores.
Oviedo es una inmensidad de arte que se transfigura en un ser humano que dimana grandeza. Es una s�ntesis real de �tica y est�tica, de valores que se orquestan y nos dan una totalidad comparables a figuras como Pedro Mir, en la poes�a; Juan Bosch, en la narrativa; Eduardo Brito, en la m�sica; y Eugenio Marcano, en las ciencias, para mencionar solo cuatro ejemplos de una galer�a donde la dominicanidad puede ser exhibida en cualquier parte del mundo.
La iniciativa del Presidente de la Comisi�n de Cultura del Senado, Lic. Eddy Mateo V�squez, aprobada a unanimidad por nuestra c�mara alta, haciendo un reconocimiento a Ram�n Oviedo por �sus aportes en el �mbito del arte y la cultura en Rep�blica Dominicana y por su intachable vida de hombre de bien y ciudadano ejemplar�, se cristaliz� en un acto donde se expres� a nombre de todo el pueblo dominicano la gratitud a este artista de dimensi�n universal. Su legado pervivir� a trav�s del tiempo como un s�mbolo del extraordinario papel que juega el arte en la plasmaci�n de una realidad, que alcanza los niveles donde solo habita la excelencia.
