Ayer, después de dos gintonics, empecé a ver algún tipo de sentido en la colección de tarifas y planes para el iPhone 4 pero creo que fue sólo un espejismo. Vuelta la sobriedad esto no hay por dónde cogerlo. No sé quién diseña las tarifas y planes de precios de las operadoras pero quienquiera que sea tiene demasiado tiempo libre.
Orange ofrece cinco planes diferentes, Movistar ocho, Vodafone cuatro pero con tres planes de datos para combinar. Multiplíquelo todo por dos modelos de teléfono y tiene unas 50 posibilidades a la hora de elegir el nuevo iPhone y eso sin contar tarifas de empresa y autónomo. Es absurdo e innecesario. Que alguien se atreva a decirme que esto no puede hacerse mejor.
Muchos me han preguntado cuál es la mejor opción pero resulta increíblemente complejo hacerse una idea y depende de cada caso particular (si ya es cliente de una operadora, si es un nuevo alta o si llega con portabilidad, por ejemplo, o el tipo de uso que se hace del móvil). Hay algunos detalles que hacen más fácil la elección para casos muy concretos, como que Vodafone incluya algo de datos en roaming (que cunda el ejemplo) o que Movistar duplique la SIM para el uso con el iPad.
Así que en vez de dar una tarifa concreta o un operador determinado voy a dar cinco pequeños apuntes y consejos.
1. Datos. Desde que empecé a usar el primer iPhone en 2007 el número de llamadas que hago por teléfono ha bajado de forma drástica. AT&T en Estados Unidos me da 450 minutos de voz al mes y los que no utilizo pasan al mes siguiente. En un año he acumulado 3.968 minutos de voz que sé perfectamente que nunca voy a gastar. Con esto quiero decir que es mejor invertir en tener mejores datos que en mejores condiciones u ofertas de voz. En general los planes de datos de todas las operadoras españolas son bastante limitados. Yo, que uso el móvil cada vez que respiro, consumo unos 300 o 350 MB al mes pero no tengo la posibilidad de hacer “tethering” para compartir la conexión con un PC, lo que probablemente elevaría la cifra. También paso mucho tiempo dentro de áreas con acceso WiFi.
2. Permanencia. Tenga en cuenta que los contratos llevan asociadas permanencias diferentes para cada operador. Por lo general en España se suelen poner 18 meses pero es mejor asegurarse antes de firmar nada y saber qué pasa si decidimos “desertar” antes de que acabe el contrato.
3. Puntos. Cada compañía está haciendo lo que le viene en gana y por lo que palpo en Twitter hay mucha confusión sobre el tema. A algunos les dicen que los puntos sólo van a poder utilizarse para comprar iPhone 3GS, a otros que no hay problema en utilizar los puntos siempre que haya disponibilidad del iPhone 4, lo cual me lleva a…
4. Disponibilidad. Todos a los que pregunto en el canal de distribución me dicen que hay pocas unidades lo cual no es de extrañar (fuera de España pasa lo mismo). Lo más probable es que las operadoras den preferencia a nuevos clientes y portabilidades antes que a los clientes que ya están en contrato y quieran actualizar.
¿De verdad merece la pena? Aún no tengo el teléfono, la verdad. Espero comprarlo la semana que viene. Estaba esperando a ese modelo blanco que jamás llegará. El domingo pasado, en Ariadna, publicamos un artículo con nuestras impresiones con los modelos que he probado en Estados Unidos durante el último mes. Hoy seguramente los medios españoles tendrán las pruebas e impresiones del terminal, la de Javier López Tazón ya está colgada de la web de El Mundo.
Lo que a todo el mundo le interesa saber, por supuesto, es el tema de la antena. En Nueva York no he conseguido el famoso Death Grip, ni siquiera tocando exactamente en el punto de unión de la banda metálica. Como mucho he perdido una o, en el peor de los casos, dos barras pero sin que afecte de forma significativa a la transmisión de datos o la llamada. En España no he podido probar el efecto, estos son por ahora algunos de los pocos vídeos que he encontrado en Youtube: uno en zona de buena cobertura, otro en zona de mala cobertura (gracias @coolkamio), ambos antes de la actualización de software que corrige la representación de las barras.
En general en áreas de buena cobertura no representa un problema. Con mala cobertura el efecto, incluso al presionar con el dedo en la zona exacta de unión de las dos antenas, es similar al que he experimentado durante la última semana con el Nexus One al sujetarlo por la parte baja. No creo que afecte al uso diario pero es evidentemente algo que Apple debería haber previsto al utilizar una antena externa. Como digo mi experiencia ha estado limitada a dos terminales durante un periodo de tiempo corto pero en principio no planeo usar el mío con bumper o funda de ningún tipo.
Por lo demás, creo que es uno de los smartphones más sorprendentes que he visto. Como siempre ocurre con el iPhone no es algo que se demuestre comparando una hoja de características. La cámara de cinco megapíxeles saca mejores fotos que muchos teléfonos de ocho megapíxeles que he tenido la oportunidad de probar, la batería es muy buena para un smartphone –lo cual no es decir mucho, el nivel está muy bajo- y la pantalla probablemente será lo que le haga enamorarse a primera vista del teléfono.
Como siempre digo lo mejor es que se acerque a una tienda y lo pruebe o trate de que un amigo o familiar le dé su impresión después de haberlo usado durante un tiempo. Puede que no sea el teléfono que necesita y prefiera la libertad y filosofía detrás de Android o la eficiencia de una Blackberry. Lo mejor, al fin y al cabo, es poder elegir… bueno, casi siempre.