Estados Unidos descartó ayer una intervención en Siria como la de Libia e informó que en este país fuerzas del líder libio Muammar Gaddafi han plantado cadáveres en zonas bombardeadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para tratar de aparentar bajas de civiles.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo a la cadena CBS que Estados Unidos deplora la violencia en Siria, donde una convulsión social reclama reformas políticas, pero que las circunstancias eran diferentes a las de Libia, donde Gaddafi ha utilizado su artillería contra civiles.
“Ciertamente deploramos la violencia en Siria, llamamos como hemos hecho con todos estos gobiernos (...) a responder a las necesidades de sus pueblos, no incurrir en violencia, permitir protestas pacíficas y comenzar un proceso de reforma política y económica”, declaró Clinton.
El secretario de Defensa, Robert Gates, dijo por su parte que tienen informes de que fuerzas militares de Gaddafi han plantado cadáveres en zonas bombardeadas por las fuerzas de la coalición de la OTAN para tratar de aparentar bajas de civiles.
Gates admitió en otra entrevista a la cadena de televisión ABC que Libia no era de “un interés vital” para la seguridad de su país antes de la operación militar y reconoció no saber si el compromiso militar de su país durará hasta fin de año. “Yo creo que nadie sabe eso”, explicó.
Clinton mencionó razones humanitarias para la intervención en Libia al recordar los casos de las historia reciente, cuando la falta de acción estadunidense dejó miles de muertos en Ruanda y Bosnia.
“Aprendimos mucho en los 90. Vimos lo que sucedió en Ruanda.
Tomó mucho tiempo en los Balcanes en Kosovo lidiar con la tiranía.
Pero creo que lo que ha pasado desde el 1 de marzo (...) demuestra realmente un gran liderazgo”, afirmó Clinton a la ABC.
Gates y Clinton aparecieron el domingo por primera vez juntos desde la intervención militar en Libia, en entrevistas en las cadenas ABC, CBS y NBC. Ambos funcionarios intentaron explicar a los estadounidenses la participación de su país en Libia junto a la OTAN, un día antes de que el presidente Barack Obama informe a la nación sobre el operativo.
Clinton dijo que las tropas de Gaddafi están comenzando a sufrir “deserciones” y que “hay numerosos diplomáticos y jefes militares que dudan, que cambian de bando, que desertan porque ven cómo van a terminar”. “Uno no debe subestimar la posibilidad de que el régimen comience a tener fisuras”, dijo por su parte Gates a la cadena NBC.
Gates también consideró en la entrevista con ABC que la posible salida del presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, o su reemplazo por un líder más débil podría ser un problema en la lucha contra el terrorismo.