La era post George Steinbrenner encuentra a los Yanquis de Nueva York en situaciones inverosímiles: su capitán irritado por una turbulenta negociación de contrato, un codiciado agente libre que les despreció una suculenta oferta y una rotación de lanzadores que no asusta a nadie.Pero lo más insólito es ver al equipo de Bronx sin el cartel de favorito en el Este de la Liga Americana.
Sin falta, Nueva York hace lo que se le plazca en los meses de pausa. Agente libre en la mira, agente libre fichado.
Apenas fueron eliminados por los Rangers de Texas en la serie de campeonato, los Yanquis apuntaron a Cliff Lee, precisamente el dominante abridor zurdo de sus oponentes.
Lee, sin embargo, prefirió pactar con los Filis de Filadelfia.
Nueva York también salió con un ojo morado tras el tira y afloja con Derek Jeter, su torpedero, al cual le faltan 74 hits para llegar a los 3.000.
Al final no hubo divorcio, pero Jeter admitió que se puso "furioso" cuando se enteró que el gerente Brian Cashman había sugerido que considerase otras opciones si no le gustaba lo que le ofrecían.
Eso no fue todo. Hank Steinbrenner, el hijo del "Boss George", habló de jugadores —que no identificó— que estaban más ocupados en mansiones en vez de ganar el año pasado. Fue una crítica velada a Jeter, quien recién terminó la construcción de una imponente residencia en la Florida y cuyos vecinos bautizaron como "St. Jetersburg".
Cashman también protagonizó otro inusual episodio cuando públicamente declaró que no había sido partidario de la contratación del relevista Rafael Soriano, el fichaje más resonante que hicieron.
Los dueños de Cashman decidieron darle un contrato de tres años y 35 millones al dominicano (el líder de rescates de la pasada campaña) para para que fuese el que le prepara la mesa a Mariano Rivera.
Fue una movida interpretada como un intento de responderle a los Medias Rojas de Boston, sus rivales de siempre, que causaron el mayor impacto en la adquisición de refuerzos al obtener los servicios de Adrián González y Carl Crawford para apuntalar una ofensiva que ya era formidable.
"No hemos dado nada por perdido", dijo Cashman. "Estamos muy animados de enfrentarnos con quien sea. El que ahora ellos (Boston) sean el equipo al cual hay que salir a cazar, no significa que sean imbatibles".
La plantada de Lee tuvo un efecto que fue más allá del gesto de ver al club más rico de las mayores ser ninguneado.
A los apuros tuvieron que completar su rotación de abridores, tarea que se complicó con el retiro de Andy Pettitte.
CC Sabathia (21-7, 3.18 de efectividad), uno de los mejores zurdos de las mayores, es el as indiscutido. A.J. Burnett, Phil Hughes e Iván Nova ocupan las siguientes plazas, para cada uno suscita dudas.
Burnett (10-15, 5.26), en teoría el número dos de la rotación, fue un desastre el año pasado al liderar el circuito con 19 bateadores golpeados y 16 lanzamientos descontrolados.
Si bien se anotó 18 victorias y fue convocado al Juego de Estrellas, Hughes aflojó en la segunda mitad al irse 7-6.
Gracias a una magnífica pretemporada, el dominicano Nova se ganó su puesto. Pero hay que destacar que su experiencia en las mayores se limita a 10 salidas y hay muchos que han brillado en marzo que posteriormente no dan la talla.
Para el quinto abridor, Cashman prefirió opciones que en otras circunstancias no hubiesen sido consideradas.
Se tratan de tres lanzadores treinteañeros: el dominicano Bartolo Colón, el venezolano Freddy García y Kevin Millwood.
—García, quien no tuvo una pretemporada muy buen, fue el seleccionado por el manager Joe Girardi para el quinto puesto de la rotación.
—Colón redondeó una mejor actuación en la primavera, pero en su contra pesó el hecho que no ha lanzado en las mayores desde 2009 y su papel será de relevista largo.
—Millwood, el pitcher con más derrotas (16) en la Americana el año pasado, recibió un contrato de ligas menores a modo de póliza de seguro si las cosas no funcionan con García.
El relevo es de primera con la llegada del zurdo puertorriqueño Pedro Feliciando para unirse a un grupo que incluye a Dave Robertson y Joba Chamberlain, todos dedicados para pasarle la pelota a Rivera en el noveno inning.
Rivera, quien firmó un contrato de dos años, emprenderá la búsqueda de 43 rescates para eclipsar el total de 601 salvados del recién retirado Trevor Hoffman, líder de la tabla histórica.
El lado "positivo" de no haber obtenido a Lee es que, por primera vez desde 2007, los Yanquis abrirán una campaña con una nómina que no rebasará los 200 millones.
La ofensiva está en buenas manos ya que viene de encabezar las mayores en carreras anotadas y porcentaje de embasado, pese a que Jeter, Alex Rodríguez y Mark Teixeira cumplieron campañas en las que no alcanzaron sus números habituales.
En el caso de Jeter, su promedio de .270 fue el más bajo desde que debutó en 1995, pero ahora estrena una nueva mecánica en su swing.
A-Rod luce completamente recuperado tras una operación en la cadera en 2009. Igual, el tercera base conectó 30 jonrones con 125 remolcadas.
El inicialista Teixeira (.256, 33, 108) debe evitar las malas rachas en abril.
Se ha comentado que los Yanquis contemplan la posibilidad de subir a Robinson Canó (.319, 29, 109), del quinto al tercer turno al bate por Teixeira. El segunda base dominicano se erigió como el artillero más productivo del equipo y se le apunta como un posible Jugador Más Valios.
Otra opción es poner al jardinero izquierdo Brett Gardner (47 robos) como primero en el order ofensivo en lugar de Jeter.
Jorge Posada no estará más detrás del plato, dedicándose a tiempo completo a la tarea de bateador designado. Russell Martin, quien viene de padecer lesiones en la cadera y rodilla, es el nuevo receptor.
Nick Swisher (.288, 29, 89) y Curtis Granderson (.247, 24, 67) son los encargados en los jardines derecho y central, respectivamente.
Si Burnett y los otros que completan la rotación se desempeñan bien, los Yanquis pueden aspirar a otro campeonato de Serie Mundial, el 28vo. Caso contrario, el meramente clasificarse a los playoffs requerirá de un gran esfuerzo.