Por: Amaury Florenzán, B. Carmona Jr. y C. Abreu.
La falta de empleos, quiebra de los agricultores, abandono del campo, deterioro de las vías, narcotráfico y delincuencia fomentan la calamidad y la miseria por la que atraviesa esta provincia.
Una verdadera pena resulta caminar por las calles de los sectores San Francisco, Arroyo San Rafael y las que comunican a las comunidades de la Ciénaga, San Marcos y Rancho Arriba, realmente intransitables y cuya polvareda es un peligro inminente para la salud, a lo cual se suma la falta de oportunidades para la juventud, que se ve incitada a delinquir.
Otro lamento de los comunitarios de Ocoa es la falta de viviendas. Decenas de familias han quedado sin casas por la crecida del Arroyo San Rafael y aunque han solicitado ayuda de las autoridades, estas actúan “a oídos sordos”.
Las tormentas Noel y Olga todavía siguen dando “tormento” en estas comunidades, ya que se mantienen las casas destruidas desde esa época. Aún cuando las familias se han quejado, ninguna respuesta ha llegado hasta ellos.
Con el pasar de los años, las localidades se han convertido en pueblos fantasmas, fruto de la falta de inversión social ante la mirada indiferente de las autoridades, lo que ha provocado que los lugareños se manifiesten en contra de tales problemas, pero sólo han recibido promesas de campaña que nunca han sido cumplidas.
Las condiciones inhumanas en las que viven, principalmente los habitantes de los barrios San Francisco y el Arroyo de San Rafael, deja claro la apatía a las que han sido sometidas las decenas de familias de estos populares sectores por parte del Gobierno y las autoridades locales de la provincia.
Afirman que luego de la muerte del padre Luis Quinn, la provincia de San José de Ocoa no es la misma, ya que han acudido decenas de veces a reclamar ante las oficinas de la gobernación, donde se mantiene la negligencia y falta de atención a sus problemas.
Una parte de los munícipes de San José de Ocoa viven bajo el pánico de los derrumbes de las rocas que se desprenden de las montañas y ponen el riesgo la vida de los transeúntes y visitantes.
Al llegar el equipo de prensa de DominicanosHoy.com, los habitantes de San José de Ocoa no perdieron tiempo para manifestar cada una de las contrariedades que padece esa empobrecida y abandonada localidad (San Francisco), que enfrenta la falta de empleos, inseguridad ciudadana y el microtráfico.
Francisco Sánchez, motoconchista, manifestó que dejó abandonada más de trescientas tareas de tierras debido a las malas condiciones de los caminos vecinales que fueron destruidos por las tormentas Noel, Olgas y Ike; pero ni el Gobierno , ni el Ministerio de Obras Públicas se han dignado a reconstruirlas para incentivar la producción agrícola de la región.
Señaló que a los munícipes San José de Ocoa les da pena y vergüenza presenciar cómo las autoridades de la provincia han dejado caer la económica generada, al igual que sufren el deterioro en que se encuentran los diferentes sectores de la producción.
Dijo que todos los barrios del municipio cabecera de San José de Ocoa están sufriendo la dejadez y carencia de empleos, situación que ha provocado un aumento considerable de la pobreza y, consecuentemente, que la delincuencia aumente de manera alarmante.
Indicó que cuando llueve la comunidad se convierte en zona de desastre, ya que las aguas del Arroyo San Rafael y los derrumbes de tierras implican la salida de todos los habitantes que habitan los sectores de la parte baja.
Sánchez recuerda que durante la pasada campaña electoral, los aspirantes a senador, síndico y diputados del Partido de la Liberación Dominica (PLD), y del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), llevaron ingenieros y varios equipos de construcción a la localidad, pero luego de pasar los comicios del 16 de mayo, retiraron las maquinarias.
Añadió al respecto que la comunidad no sabe a quien creerle, porque todos dicen que van a resolver y no hacen nada por la provincia.
Los problemas y carencias que enfrenta San José de Ocoa no se puede resolver de la noche a la mañana; pero, con la atención adecuada y la inversión en obras prioritarias por parte de las autoridades, podrían ir atenuándose y resolviéndose para el bien de esta comunidad.