Santa Lucía, El Seibo.- Los niveles de pobreza se han incrementado aceleradamente en este Distrito Municipal, por la migración masiva de nacionales haitianos desde el 12 de enero de 2010, cuando su país fue afectado por un terremoto de 7.3 grados.
Actualmente, los nacionales haitianos en el Distrito Municipal de Santa Lucía, de El Seibo, son el 64% de la población. La situación ha contribuido con el deterioro de la economía y el aumento de la delincuencia en el lugar.
El panorama que se observa es deprimente por el hacinamiento y falta de baños y letrinas, principalmente en el mercado de Santa Lucía, del cual se han hecho prácticamente dueños los haitianos.
Jhossan Capell, alcalde de ese Distrito Municipal, dijo que la comunidad necesita, incluso, la ayuda internacional. Se queja de que pese a la cantidad de nacionales haitianos en el lugar no ha recibido ayuda de nadie en el aspecto económico.
Capell, quien ganó el premio del alcalde modelo en los primeros 100 días de gestión, atribuyó la migración haitiana a que sus ancestros se trasladaron al lugar buscando mejor calidad de vida a través del corte y tiro de la caña de azúcar.
Indicó que la alcaldía recibe RD$394 mil por el área de inversión y otros RD$305 mil por servicios. “Los haitianos representan una cargo económica tremenda y no me llega un pesos para hacerle frente a esa situación”, sostuvo.
Asimismo, Capell, también presidente de todos los alcaldes de la región, denominada río Yuma, con asiento en La Romana; explicó que una clínica en el lugar no tiene baños, pero que inició su construcción con un primer picazo.
La provincia de El Seibo está situada en la zona oriental de la República Dominicana. Tiene 1.760 kilómetros cuadrados, con 96.700 habitantes, con una densidad de 50 por Kilómetros cuadrados, de los que las dos terceras partes habitan en áreas rurales.
Por su región norcentral pasa la Cordillera Oriental, también llamada Sierra del Seibo. El principal río de la provincia es el Soco, que desemboca en el Mar Caribe. También el Chavón, luego de pasar por las provincias La Romana y La Altagracia, desemboca en el Mar Caribe.
El Río Nisibón, que determina el límite norte con la provincia La Altagracia, desemboca en el Océano Atlántico. Los demás ríos son cortos, especialmente los que nacen en la vertiente norte de la Sierra del Seibo. Aquí se encuentran las lagunas Redonda y Limón.
Es una provincia esencialmente agropecuaria, siendo las actividades principales la producción de ganado bovino (tanto de leche como de carne) y la siembra de la caña de azúcar. La mayoría de las industrias son artesanales (o semi-artesanales) como son las de los productos lácteos (queso y mantequilla) y dulces. Aunque hay pesca, esta es artesanal.
La provincia tiene unos encantos naturales indudables, con una costa prácticamente virgen (Costa Esmeralda), donde las arenas blancas, el mar transparente y las palmeras, que llegan al borde de la playa producen un espectáculo único.