Reducir el ruido del tráfico a la mitad. Éste es el objetivo de la Comisión Europea con su propuesta de actualizar la Directiva de Ruido de Vehículos el próximo mes de junio. La medida tiene el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que según un informe recién publicado, esta contaminación acústica es la segunda mayor amenaza ambiental -tras la polución- y responsable, según los cálculos del organismo sanitario, de 50.000 infartos cada año en Europa.Según el documento de la OMS, el 1,8% de los ataques al corazón en los países europeos de elevados ingresos se puede atribuir a niveles de ruido del tráfico superiores a los 60 decibelios (dB). El sonido de los vehículos por carretera y de los trenes provocan además 200.000 casos de trastornos cardiovasculares.
El organismo ha estimado potencialmente los años de vida perdidos debido a muertes prematuras y los años de vida 'saludable' perdidos por discapacidad o enfermedades. Un criterio de medida conocido como DALYs, por sus siglas en inglés. Pues bien, según estos cálculos, por el ruido ambiental se pierden 61.000 años debido a enfermedades isquémicas del corazón, 45.000 años por daño cognitivo en los niños, 903.000 años por problemas de sueño y 22.000 años por tinitus en los países de Europa.
Uno de cada tres ciudadanos europeos reconoce que el ruido del tráfico le molesta durante el día y uno de cada cinco tiene problemas para conciliar el sueño por este motivo. Las evidencias epidemiológicas indican que las personas que están crónicamente expuestas a niveles de ruido elevados tienen más riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares.
"La revisión de la directiva para vehículos pretende proteger la salud de millones de europeos y mejorar su calidad de vida, por lo que debe ser muy estricta en los nuevos niveles de ruido que permitirá a coches, furgonetas, camiones y demás", afirma Nina Renshay, ex directora de Transport & Environment (T&E), un grupo que aboga por un transporte sostenible.
"Las cifras que recoge la OMS son preocupantes y eso que probablemente el impacto de esta contaminación acústica sobre la salud sea mucho más elevado de lo que dice", reconoce Anne Stauffer, de la Alianza de Salud y Medioambiente (HEAL). "El ruido del tráfico es un grave problema de salud pública. Esperamos que ahora que la UE tiene las evidencias, los políticos hagan los cambios necesarios en la legislación para proteger a los ciudadanos", añade.