Consternaci�n (Editorial del Nacional 4-01-2012) - Barahoneros

miércoles, 4 de enero de 2012

Consternaci�n (Editorial del Nacional 4-01-2012)

Muertes como las ocurridas el domingo y el lunes en Ban� traducen los altos niveles de crispaci�n que caracterizan a importantes segmentos de la poblaci�n. Pero tambi�n el desprecio por la vida cuando cualquier rencilla personal se dirime en una lucha de consecuencias luctuosas.

Pero en la tragedia que tanto ha consternado a los banilejos intervinieron otros factores, como, seg�n el senador Wilton Guerrero, la supuesta  dejadez del Ministerio P�blico para evitar que tres personas pagaran con sus vidas en una confrontaci�n que tal vez pudo evitarse.

El fatal suceso, en que intervino una menor de edad, pone de manifiesto la profundidad de la crisis que sacude al pa�s. Cuando cualquier diferencia se salda con la muerte, sin reparar en las consecuencias, es porque el sistema ha perdido capacidad como mecanismo de cohesi�n social.

�Qu� explica que una muchacha de apenas 16 a�os se arme de un cuchillo y se presente a un colmad�n, como ocurri� en Ban�, y sin mediar palabras la emprenda a estocadas contra otra joven de 23 por supuestas rencillas personales?

El suceso denota tambi�n falta de controles. No puede ser que una muchacha se presente a un centro de diversi�n y ataque impunemente a pu�aladas a otra joven sin que nadie, pero absolutamente nadie, interviniera para evitar el tr�gico desenlace. M�xime cuando se dice que en el centro hab�a mucha gente.

La homicida tuvo incluso tiempo de marcharse a su casa a guardar el cuchillo. Es despu�s de ser detenida, cuando la Polic�a y un ayudante fiscal la conducen a su casa a buscar el arma cuando es abatida a tiros por un t�o de la joven a la que hab�a quitado la vida. En circunstancias pol�micas el hombre fue abatido a balazos por los agentes del orden.

Pero al margen de c�mo ocurrieron los sucesos, lo que pone a pensar es que la misma simple diferencia quiera saldarse a trav�s de la confrontaci�n. Son muchos, pero muchos los casos que se pueden citar en abono a la crispaci�n que impregna a la sociedad dominicana.

Las razones pueden ser variadas. Y en todo caso no basta s�lo con identificarlas y recitarlas, sino enfrentarlas con medidas eficaces, a fin de bajar el tono de la violencia que ha cobrado tantas vidas. Sucesos como los de Ban� causan mucha consternaci�n.