TEUDDY A. SANCHEZ y ALEJANDRO SANTANA.
BARAHONA.- Rodeado de malezas, en un viejo pante�n, junto a varios de sus familiares, reposan los restos del artista nativo de esta ciudad, Rafael Alc�ntara (Raffo, el So�ador), quien este 21 de enero cumple 27 a�os de su tr�gico fallecimiento.
Los restos de Raffo el So�ador est�n depositados en una tumba en el viejo cementerio de esta localidad, en la calle Mar�a Montez, donde quiz�s es visitado por familiares y algunos amigos los D�as de los Fieles Difuntos.
Sin tarja, su nombre escrito en letras peque�as y su apode en grande con pintura y ubicado en el ultimo nicho del pante�n familiar, Alc�ntara reposa en ese lugar desde hace 27 a�os.
Raffo naci� en esta ciudad, el 24 de Octubre del 1944, en una familia de m�sicos y compositores.
El 21 de Enero de 1985, cuando a penas contaba con 41 a�os, decide poner fin a su vida y sus sufrimientos, lanz�ndose desde lo alto de un puente en Santo Domingo.
La vida de este compositor estuvo marcada por tragedias y vicisitudes. Seg�n dicen sus familiares y allegados, Raffo fue un perpetuo so�ador. Siempre vivi� aferrado a la idea de ser un cantante famoso y tambi�n triunfar en el amor; razones por las cuales lo apodaron "El So�ador".
Sin embargo, si bien es verdad que gan� reconocimiento como cantautor, el destino le ten�a reservado amarguras y sufrimientos, pues la desventura lo marcar�a para el resto de su vida.
En sus a�os de infancia fue "Limpiabotas". Quiz�s su pobreza fue el catalizador que le sirvi� para luchar con mucho �mpetu en pos de sus sue�os. En su juventud, viaja a Estados Unidos y posteriormente a Puerto Rico, donde graba varias de sus composiciones, las cuales le produjeron mucha notoriedad art�stica.
Contrae matrimonio y procrea un hijo, pero su esposa, as� como tambi�n el hijo, perecen en un accidente de tr�nsito en la ciudad de Nueva York. Este amargo acontecimiento sufrido por Raffo, as� como tambi�n los contratiempos que padeci� en pos de sus sue�os, lo inspiraron para escribir las canciones "Cadena de tragedias", y "El so�ador", las cuales reflejaron fielmente la manera de sentir de su autor. Su voz pausada y lastimera as� lo confirma...
"...porque el destino traidor, de mis sue�os se ha burlado...Tan s�lo me dio un amor, pero ya no tengo nada...Para m� todo acab�, s�lo penas tengo en el alma...".
Luego de su viudez, nuevamente contrae matrimonio con una mexicana. Decide radicarse en ese pa�s con su nueva esposa, con la cual procrea tres hijos. Pero Raffo, un tiempo despu�s, intenta secuestrar una de sus hijas, acci�n que le cost� la c�rcel y su posterior deportaci�n a Estados Unidos.
Regresa a Rep�blica Dominicana y una vez en su patria natal, empiezan a decaer sus facultades mentales. Un tiempo despu�s, se dedica a deambular por las calles de su Barahona, como un mendigo.
Un grupo de personas caritativas de esta provincia, re�nen dinero y lo trasladan a la capital dominicana, Santo Domingo, para recluirlo en un hospital psiqui�trico de esta ciudad. Pero pasado el tiempo, Raffo vuelve a deambular y mendigar, esta vez por las calles capitalinas. Algunos amigos suyos afirman haberlo encontrado caminando sin rumbo, descalzo, en condiciones deplorables y pidiendo limosnas para comer