Exagerada alarma sobre el alud indigna a una comunidad indigena mexicana - Barahoneros

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Exagerada alarma sobre el alud indigna a una comunidad indigena mexicana


La comunidad indígena de Tlahuitoltepec, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, se halla hoy en medio del escándalo, debido a que un alud que cubrió cuatro casas y dejó 11 personas desaparecidas fue presentado en principio como una tragedia nacional con hasta un millar de potenciales víctimas.

Cientos de soldados, brigadas de rescate, helicópteros, excavadoras, funcionarios del gobierno de Oaxaca y del Ejecutivo federal y periodistas se desplazaron apresuradamente el martes a esta comunidad de 8.900 personas, de la etnia mixe, porque se creía que estaba sepultada bajo la tierra de un cerro desgajado.

El martes por la mañana el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, con tono compungido, anunció que un alud de tierra había enterrado unas 300 viviendas y que podía haber muerto hasta un millar de personas.

El presidente de la Cruz Roja, Daniel Goñi, dijo a Efe, cuando apenas se difundió la noticia, que la tarea de calcular el número de víctimas era "casi como determinar la erupción de un nuevo volcán".

Mientras la noticia se extendía, numerosos mandatarios extranjeros ofrecieron su ayuda a México.

El martes por la noche un grupo de soldados logró pasar los cerca de 30 derrumbes que había en la carretera que conecta la comunidad afectada con la población turística de Mitla, seguidos de varios periodistas en camionetas todo terreno.

El aspecto del camino hacía prever lo peor, pero cuando los grupos de salvamento arribaron a la población se encontraron con que el cerro había cubierto cuatro casas y no 300, y que en vez de mil desaparecidos había unos once.

Algunos dedos apuntan la responsabilidad de la pifia al secretario de Bienes Comunales, Donato Vargas, y al presidente municipal de Tlahuiltoltepec, Antonio Martínez Gómez, quienes el martes de madrugada hicieron una llamada de auxilio con un teléfono satelital a las autoridades estatales a las que presentaron la situación como un verdadero cataclismo.

Vargas y Martínez se defendieron hoy y negaron en declaraciones a Efe ser los responsables de la "mala interpretación" de los datos, los cuales causaron una movilización nacional de recursos, personas y solidaridad.

Vargas incluso culpó al Ejército y dijo que fueron los uniformados los que llegaron a la comunidad indígena "con un dato de 8.000 muertos, 8.000 sepultados y desaparecidos", que, según dijo, ellos "nunca" proporcionaron.

"No hablamos ni de mil muertos, sino de 8.000 'afectados' en general en la población, y de 500 personas afectadas o familias, y de 100 viviendas afectadas", señaló Vargas.

Reconoció que el general del Ejército mexicano que dirigió la operación de rescate lo acusó de "mentiroso", y sostuvo que los militares se quejaron supuestamente porque "sólo había once muertos".

"Nosotros reportamos a Protección Civil que muchas casas se habían quedado dentro del lodo al caerse un cerro, no hablamos de personas muertas porque no tenemos el número y no hay un censo de las casas", señaló, por su parte, el alcalde Martínez.

Las labores de rescate son dirigidas por los propios pobladores de la comunidad y de momento no han encontrado cadáver alguno.

Una fuente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) dijo a Efe, en condición de anonimato, que a su juicio las autoridades del pequeño poblado, ubicado en las laderas de la Sierra Norte de Oaxaca, "inflaron" intencionalmente la situación para lograr que el gobierno estatal retirará los derrumbes que mantenían cerrada desde hace una semana la única vía de acceso al pueblo.

Sin embargo, reconoció que existe un peligro real para decenas de familias que habitan casas construidas sobre la tierra blanda, las cuales pueden venirse abajo si continúan las lluvias en la zona.

Decenas de camiones con víveres, ropa, colchonetas y agua llegaron a Tlahuitoltepec hoy miércoles, mientras decenas de rescatistas y de medios de comunicación abandonaban la población, en la que tuvo lugar la pretendida "catástrofe".

Los diarios mexicanos titulaban hoy con frases como "El cataclismo que quedó en infortunio", del diario Excelsior, o "Falsa alarma genera emergencia nacional", con el que abre El Universal.