Anuar el Aulaki, nacido en EE UU, era uno de los principales dirigentes del grupo terrorista
Yemen ha anunciado esta mañana la muerte del dirigente de Al Qaeda Anuar al Aulaki, un estadounidense de origen yemení a quien se vincula con varios intentos de atentar en EE UU. El presidente de EEUU, Barack Obama, ha confirmado la noticia y afirmado que la muerte de Al Aulaki representa un "hito significtivo para derrotar a Al Qaeda". En un discurso en la base militar de Fort Myers, Obama ha añadido que el terrorista y su organización “son responsables de la muerte de muchos yemeníes. Su ideología de odio ha sido rechazada por musulmanes moderados en todo el mundo". Según el presidente norteamericano, Al Qaeda, si bien ha quedado "debilitada" tras este golpe, sigue siendo una organización "peligrosa" y EE UU se mantendrá vigilante.
La noticia no solo constituye un nuevo éxito en la lucha antiterrorista de Washington, sino que llega en un momento políticamente delicado para el presidente yemení. Acosado por ocho meses de protestas en la calle, Ali Abdalá Saleh trata de presentarse como un baluarte frene a Al Qaeda.
“El dirigente terrorista de Al Qaeda Anuar al Aulaki ha resultado muerto junto con otros miembros de esa organización que se encontraban en su compañía”, ha anunciado un portavoz del Ministerio de Defensa yemení, citado por la televisión estatal. Aunque la fuente no ha precisado ni las circunstancias en las que se ha producido ni quienes han sido los autores, diplomáticos europeos en Saná no tienen duda de que se ha tratado de una operación estadounidense. “Ha sido un drone", afirma un analista de seguridad en referencia a los controvertidos aviones no tripulados con los que EEUU minando las filas de Al Qaeda.
La misma fuente sitúa la operación en la provincia de Maarib, a un centenar de kilómetros al este de Saná, y no en Shabwa como daba a entender el comunicado del Ministerio de Defensa. Portavoces oficiales han confirmado más tarde en Washington la muerte del imam radical sin dar más detalles. Según un funcionario citado por The New York Times, se utilizó un misil Hellfire disparado desde uno de esos aparatos teledirigidos. Las primeras informaciones apuntaban a que fueron las fuerzas aéreas yemeníes las que llevaron a cabo el ataque, coordinado por los servicios de espionaje estadounidenses. No está claro el nivel de colaboración de Yemen, pero cualquiera que sea Saleh va a intentar sacarle partido.
“Quiero preguntar algo al pueblo americano: ¿Aún mantienen ustedes su compromiso de luchar contra los talibanes y Al Qaeda”, respondió el presidente a los periodistas de The Washington Post y Time que le recordaban que EE UU ha pedido su dimisión, según una entrevista publicada el jueves. El astuto mandatario yemení ya sabía para entonces que la operación contra Al Aulaki estaba en marcha. De hecho fuentes tribales citadas por la agencia France Presse, dan cuenta de un aumento en la presencia de fuerzas de seguridad yemeníes en Maarib desde hace tres semanas. Una de ellas aseguró que el ataque había sido obra de aviones estadounidenses que desde hace días sobrevolaban la zona.
Al Qaeda ha sufrido un duro golpe en Yemen. Este clérigo radical, nacido en Estados Unidos y de origen yemení, llegó a ser señalado como posible sucesor de Osama bin Laden al frente de la organización terrorista. Aulaki, que estuvo implicado en el intento de poner una bomba en un avión norteamericano en 2009, fue incluido en abril de 2010 en una lista de terroristas que la CIA tiene autorización para matar. Aviones no tripulados norteamericanos sobrevuelan hace meses Yemen, considerado el refugio de una de las franquicias más peligrosas de Al Qaeda, en busca de objetivos terroristas. El clérigo era “jefe de operaciones externas” de Al Qaeda en Yemen, según fuentes norteamericanas.
La muerte del terrorista ha sido anunciada por el Gobierno de Ali Abdulá Saleh, que hasta ahora había sido reacio, pese a las demandas de EE UU y a la fuerte recompensa ofrecida por capturar a El Aulaki, a atacarle. El padre del clérigo es un destacado miembro del partido gobernante en Yemen y los Aulaki tienen lazos familiares con el primer ministro, Ali Mohamed Muyur. Todo apunta a que una de las razones por las que el Gobierno yemení ha decidido liquidar ahora al dirigente de Al Qaeda es la situación de extrema debilidad que atraviesa el país, después de meses de protestas contra la permanencia de Saleh en el poder y la resistencia del presidente a dejar el mando.
Muy activo con sermones en Internet
La muerte del clérigo supone un nuevo golpe para Al Qaeda, después de que un comando de élite estadounidense matara a Bin Laden en la ciudad paquistaní de Abbottabad el pasado 2 de mayo. Tras su muerte, El Aulaki, de 40 años, estuvo en la lista de posibles sucesores del terrorista, aunque finalmente fue desbancado por el egipcio Zaiman al Zawahiri.
Los mensajes lanzados por El Awlaki en Internet y en sus sermones han sido relacionados con más de una docena de investigaciones terroristas en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Era muy activo en las redes sociales y en Internet, herramientas que utilizaba para colgar vídeos que incitaban a la lucha contra los no musulmanes y para airear sus discursos radicales y llenos de odio. El Gobierno norteamericano exigió hace un año que Youtube eliminara todos los llamamientos a la violencia de este dirigente de Al Qaeda.
El pasado mes de mayo, salió ileso de otro ataque aéreo perpetrado por EE UU en la provincia de Shabua, refugio de numerosos miembros de la organización terrorista, que algunas veces cuentan con el apoyo de las tribus locales.
El clérigo comenzó a cobrar notoriedad cuando fue acusado de mantener contactos con el comandante estadounidense Nidal Malik Hasan, que mató a 13 personas en noviembre del 2009 en la base de Fort Hood, Texas.Además, él mismo reconoció haber adoctrinado al joven nigeriano Faruk Abdulmutalab, quien intentó hacer estallar un pequeño artefacto explosivo durante un vuelo comercial que iba a aterrizar en Detroit (EE UU) el 25 de diciembre de 2009.
Al Aulaki había defendido los atentados cometidos por Al Qaeda contra los estadounidenses en venganza por la muerte de "miles" de musulmanes en Irak, Afganistán y en los territorios palestinos. Nació en Estados Unidos y allí vivió hasta los siete años. Regresó entonces a Yemen, pero volvió a Estados Unidos para cursar sus estudios universitarios. El joven Aulaki aprovechó los veranos para luchar contra la invasión soviética de Afganistán y, finalmente, se unió a los muyahidín, que entonces eran financiados por la CIA y Arabia Saudí.