La Interpol detuvo en Hong Kong a un neozelandés buscado en su país tras desaparecer hace dos años con diez millones de dólares ingresados en una cuenta a su nombre por un error bancario
Hui Gao, de 30 años y ascendencia china, fue atrapado por la Interpol cuando entraba en Hong Kong desde el interior de China.
Leo, como lo llaman sus conocidos, descubrió a finales de abril de 2009 que su cuenta corporativa del Westbank tenía diez millones de dólares de más.
Ni lerdo ni perezoso, transfirió 6.728.000 a otras cuentas personales y el 29 de abril abandonó Nueva Zelanda.
Su compañera sentimental, la neozelandesa Kara Hurring, y la hija de ambos salieron del país unos días más tarde, el 3 de mayo.
El Westbank no se percató del error hasta poco después y, tras denunciar el hecho, consiguió recuperar de las cuentas nacionales de la pareja la mayor parte de lo defraudado, salvo 3.872.000.
Kara Hurring regresó a Nueva Zelanda a principios de este año y fue detenida inmediatamente y procesada.