POR ALEJANDRO SANTANA.
Frente a la desgracia y dolor del otro pocos se conduelen y muchos se burlan ofreciendo apoyo p�blicamente, para que todos los oigan, se enteren, lo vean, pero esos ofrecimientos de ayuda publicas, son solo maneras de aparecer como los benefactores en tiempos de calamidades, publicas o privadas.
Ya eso pas� con Hait�, ha pasado en muchos escenarios, est� pasando con el Cantinflas barahonero, con Rafael Aristy, que hoy necesita de la solidaridad de la gente de su pueblo, de amigos de Instituciones, porque est� transitando caminos de penurias.
Y est� en esas condiciones debido a que el Estado dominicano no tiene verdaderos programas sociales que vallan en ayuda de hombres que en su momento aportaron, al desarrollo, al entretenimiento, al esparcimiento, a poner en alto el nombre de nuestro pa�s.
Es posible que nadie est� en obligaci�n de socorrer a nadie frente a la desgracia, que pudiera ser responsabilidad del Estado, y pudiera ser verdad, pero no es as�.
En ocasiones los grandes hombres las figuras celebres, como designios funestos de la vida llegan a necesitar de la solidaridad de los otros, sin que sea una forma de estar pasando facturas.
Y lo hacen porque las instituciones no funcionan, cantinflas, fue miembro de AMUCABA, es miembro del Circulo de Locutores, es sargento del Ejercito Nacional donde ingres� como maestro de ceremonias y hizo su trabajo hasta que fue afectado por una tronbosi, que lo ha dejado sum� paral�tico.
No tiene una vivienda, carece de todo, le pagan su salario de guardia el que no le alcanza para comprar medicamentos, alimentarse y pagar alquiler, ha tratado de entrevistarse con el jefe de las Fuerzas Armadas, pero sus superiores en esta ciudad se lo han impedido cuando lo ha intentado.
Lo han amenazado con votarlo, no lo han pensionado pese a su condici�n, lo han mal tratado, y lo peor es que muchos de sus amigos se han burlado de el ofreciendo ayudarlo p�blicamente, pero han sido vanas promesas, hechas publicas para congraciarse, e impedir que nobles ciudadanos lo puedan ayudar.
Ya eso pas� con Hait�, ha pasado en muchos escenarios, est� pasando con el Cantinflas barahonero, con Rafael Aristy, que hoy necesita de la solidaridad de la gente de su pueblo, de amigos de Instituciones, porque est� transitando caminos de penurias.
Y est� en esas condiciones debido a que el Estado dominicano no tiene verdaderos programas sociales que vallan en ayuda de hombres que en su momento aportaron, al desarrollo, al entretenimiento, al esparcimiento, a poner en alto el nombre de nuestro pa�s.
Es posible que nadie est� en obligaci�n de socorrer a nadie frente a la desgracia, que pudiera ser responsabilidad del Estado, y pudiera ser verdad, pero no es as�.
En ocasiones los grandes hombres las figuras celebres, como designios funestos de la vida llegan a necesitar de la solidaridad de los otros, sin que sea una forma de estar pasando facturas.
Y lo hacen porque las instituciones no funcionan, cantinflas, fue miembro de AMUCABA, es miembro del Circulo de Locutores, es sargento del Ejercito Nacional donde ingres� como maestro de ceremonias y hizo su trabajo hasta que fue afectado por una tronbosi, que lo ha dejado sum� paral�tico.
No tiene una vivienda, carece de todo, le pagan su salario de guardia el que no le alcanza para comprar medicamentos, alimentarse y pagar alquiler, ha tratado de entrevistarse con el jefe de las Fuerzas Armadas, pero sus superiores en esta ciudad se lo han impedido cuando lo ha intentado.
Lo han amenazado con votarlo, no lo han pensionado pese a su condici�n, lo han mal tratado, y lo peor es que muchos de sus amigos se han burlado de el ofreciendo ayudarlo p�blicamente, pero han sido vanas promesas, hechas publicas para congraciarse, e impedir que nobles ciudadanos lo puedan ayudar.
P�blicamente, barahoneros residentes en el exterior le ofrecieron quinientos bloc, reconocidos personajes locales le han ofrecido cementos y otras ayudas las que no han llegado y por la forma en que han reaccionado fuera de escenarios p�blicos es posible que esos ofrecimientos hayan sido burlas.
Muchos creen que ya el Cantinflas vive en su casita, pero no es as�, sigue esperando las ayudas que le ofrecieron de manera publica y que han reiterado en esos mismos escenarios, pero la realidad ha sido otra.
Lo han querido ver como un loco, y no lo est�, lo han querido ver como un borrach�n y no esta en eso; su estado es el producto de la irresponsabilidad institucional que afecta a muchos de nosotros.