Por: Mayobanex de Jesús Laurens .
Barahoneros cuestionan gestión económica de LF en todos los órdenes y callan carencias municipales
Nadie quiere hablar ni tocar los temas: el mercado público, los contenedores, las obras municipales, el contrato con Aseos Municipales y la recogida de la basura.
Implacables contra los casos de cólera y las deficiencias reflejadas en los hospitales y centros de atenciones de salud oficiales en Barahona y la región Enriquillo.
Misiles de largo alcance contra los incrementos de precios de los combustibles y alimentos provocados por las medidas fiscales del gobierno y los choques petroleros internacionales.
Bazucas contra la supuesta corrupción oficial, los incentivos a legisladores, los salarios de los funcionarios y otros temas permanentes en la política dominicana.
Cuestionadores a mansalva de las carencias de obras en la provincia, sin importar las inversiones realizadas por el sector gubernamental, las cuales son inmediatamente minimizadas.
Esa es la vocería de los barahoneros en la radio, en la televisión, en los diarios digitales, en las redes sociales y en las calles.
Pero pobre del que toque un tema municipal, de una gestión, que al igual que la de Leonel Fernández, va para tres períodos y Barahona sigue esperando que el presupuesto sea distribuido en obras que “desarrabalicen” la ciudad.
Epítetos de todo tipo contra el que reclama un nuevo mercado municipal o el reacondicionamiento del mismo, para evitar la contaminación ambiental y la propagación de enfermedades contagiosas.
Insultos desproporcionados contra los que solicitan a viva voz que los recursos del Ayuntamiento se inviertan en la adquisición de contenedores, tal como los hay en San Juan, Azua, Baní y otras ciudades del país, preocupadas por la limpieza y el ornato.
Bombazos contra los que imploran obras municipales, tales como una academia de artes, un centro de convenciones, monumentos a María Montez, Casandra Damirón, Ramón Oviedo y otros ilustres barahoneros merecedores.
Permanecen ciegos, sordos y mudos, porque hablar de esos temas es ofender a quien no se debe, y no se puede estar en malas con el Príncipe.