Mirtha Guerrero Piña.
El consejo no es más que una forma profesional de orientar y edificar a quienes realmente han estado confundidos en la vida.
Un consejo se le puede dar a un amigo cuando entendemos que los errores que comete ese amigo así lo ameritan.
El consejo es acatado cuando viene de personas facultada de manera profesional sin el interés de lacerar a nadie en particular.
El consejo se toma dependiendo de la persona quien lo da.
Que alguien me digas en que Supermercado se puede comprar el derecho a creerse con derechos a dar consejos.
Miguel Vargas Maldonado tiene todos sus derechos a elegir y ser elegido según la Constitución Dominicana.
Sus derechos ciudadanos y partidista por sus treinta y siete años dentro de ese partido ocupando importante posiciones de servicio a esa institución política les da el derecho a aspirar a una candidatura presidencial en su partido.
A lo que no hay derecho es a permitirle a una persona que por su arrogancia se crea facultado a enseñar más de lo que sabe para dar consejo.
Si de algún consejo Miguel debe llevarse es de redoblar su seguridad porque hay personas que los ven como un peligro a su interés personal.
Un fanático que se cree con derechos a dar consejos puede llegar hasta matar como ocurre frecuentemente en Universidades y el más recientemente caso en el Estado de Arizona, en los Estados Unidos, donde una congresista casi pierde la vida además, de que murieron seis inocente en mano de un fanático consejero.
Al señor consejero dicen que Miguel Vargas es uno de los mejores ingenieros y, empresarios que tienes el país, es usted uno de los mejores consejeros, abogados o periodistas que tienes el país.
Probablemente nunca se llegue a saber, pero lo que sabemos es que en el comportamiento tantas culpas tiene el amo como el perro.
La autora es nativa de Barahona residente en Estados Unidos
