Lectura semanal: La economía, el talón de Aquiles del proyecto chavista - Barahoneros

sábado, 25 de septiembre de 2010

Lectura semanal: La economía, el talón de Aquiles del proyecto chavista


En el primer semestre cayó un 3,5%; en los tres años últimos, hubo un 100% de inflación

CARACAS.- Algunos hablan de crisis inflacionaria; otros, de colapso del aparato productivo; otros destacan la caída del consumo y otros, el endeudamiento público.

Lo que está claro es que la economía de este país atraviesa un pronunciado deterioro que castiga a los venezolanos y que se convirtió en el talón de Aquiles del presidente Hugo Chávez, que de la mano de la revolución bolivariana convirtió el sistema económico en una bomba de tiempo.

"La de Venezuela es una economía empantanada. Es un extraño caso porque el dinero petrolero es suficiente para que un líder carismático genere una red clientelar importante y pueda sostenerse en el poder. La agonía del populismo chavista se puede prolongar más en el tiempo", explicó a LA NACION el economista venezolano Orlando Ochoa.

Las cifras son alarmantes: la economía cayó un 3,5% en el primer semestre del año -además de Haití, Venezuela es el único país de la región que sufrirá una contracción de la economía en 2010- y la inflación acumulada de los últimos tres años alcanza el 100%. Sólo Somalia supera a Venezuela en la materia.

"Todo esto se debe a una estrategia económica en la que el escenario económico y social es incierto, debido a la instrumentación de una técnica económica inconsistente que pospone la inversión y las posibilidades de crecimiento, dificulta la creación de empleo. En este contexto, la sociedad va perdiendo capacidad de compra y prolonga la crisis", estimó Efraín Velásquez, presidente del Consejo de Economía Nacional de Venezuela.

Blanco de muchas críticas fueron las nacionalizaciones emprendidas por el gobierno chavista, que al tiempo que le permitieron al presidente ampliar su red clientelar limitaron la capacidad productiva del país.

Como ejemplo, los economistas utilizan el caso de Sidor, controlada por el grupo Techint hasta 2008, cuando fue estatizada por Chávez.

"Apenas la tomó el gobierno, empezó a utilizar el excedente de caja de la empresa para financiar otras empresas públicas, cambió a la plana gerencial y subió la nómina para acrecentar su red clientelar. Ahí comenzó el deterioro de la compañía, la falta de mantenimiento y la caída de la producción. El balance de Sidor hoy está en rojo y es un ejemplo de cómo en sólo un par de años este gobierno desmadra al sector público", afirmó el economista Ochoa.

La ineficiencia del sector público se tradujo en los últimos años en la grave crisis eléctrica que atraviesa Venezuela y que hoy golpea principalmente al interior del país.

Culpa de El Niño

El gobierno responsabilizó de los frecuentes cortes de luz primero a la sequía provocada por la corriente de El Niño y ahora, a presuntos sabotajes de la oposición. Pero los especialistas coinciden en que el colapso del sistema eléctrico venezolano se debe a la total falta de inversión del sector.

"Estamos ante un colapso total del sistema eléctrico: hemos excedido los límites de transmisión eléctrica. La producción venezolana es hidroeléctrica en un 70% y la infraestructura para poder llevar esos casi 12.000 megavatios data de los años 80. No hubo desarrollo en casi 30 años. Antes, la demanda no era tan alta, pero la crisis comenzó a hacerse sentir hace unos 10 u 11 años", detalló a LA NACION José Manuel Aller, profesor de la Universidad Simón Bolívar y doctor en ingeniería eléctrica.

"Todo esto deteriora la producción económica. Las industrias han tenido que producir energía, lo cual aumenta los costos", agregó.

A pesar de que los cortes de luz se hicieron sentir menos en los últimos tiempos en Caracas, en el estado de Nueva Esparta, en agosto y septiembre hubo entre 1 y 4 horas sin electricidad por día. "Y como se trata de una región turística, esto paraliza la actividad productiva: no funcionan los hoteles, los restaurantes, las estaciones de servicio", contó a LA NACION Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por los Apagones.

En ese sentido, el impacto más importante de esta crisis productiva combinada con una alta inflación ha sido una caída relevante del consumo privado. Diariamente, los venezolanos deben enfrentar precios cada vez más altos y bienes cada vez más escasos (ver aparte).

Poco impacto político

Para hacer frente a esta situación, el gobierno chavista desarrolló una red de mercados que venden los productos subsidiados o regulados.

"Esto es una cadena de comercialización sin especulación", dijo Omar Sánchez, cajero de un Pdval, como se denomina una de las cadenas socialistas de supermercados.

"En un ambiente tan hostil como éste, pues obviamente no podemos esperar que la actividad económica privada florezca o que pueda haber un ambiente propicio para que la inversión privada realmente pueda dar un vuelco en el futuro y que realmente veamos un repunte de los niveles de inversión del sector privado", pronosticó el economista Pedro Palma, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.

No obstante, la crisis del modelo chavista no logró imponerse aún como elemento decisivo en las elecciones legislativas de pasado mañana, en las que dos modelos de país, uno basado en un proyecto socialista de corte hegemónico y vinculado a Cuba, y otro que defiende la economía de mercado y el pluripartidismo, se medirán en las urnas.

"La crisis económica aún no tiene un elevado impacto político porque la contiene la red clientelar del gobierno. Así, el chavismo podrá sostenerse hasta que crezcan las aspiraciones de cambio, lo que las encuestas comienzan a indicar tímidamente. Es un sistema perverso, por lo que al gobierno que suceda al chavismo le hará falta un plan de reconstrucción económica, más allá de los temas de la libertad y democracia", concluyó el analista Ochoa.

Escrito por Ignacio Coló