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Cuando se acerca el fin de año es necesario y saludable pensar en las metas propuestas y los sueños alcanzados, pero también en los objetivos que se desean cumplir.
Todas las personas tienen propósitos de corto, mediano y largo plazo. Lo importante es tener en cuenta que las ilusiones pueden volverse realidad con esfuerzo y empeño.
El fin de año es una época propicia para analizar el presente y visualizar un mejor futuro. Sin embargo, debido a las crisis actuales, es común que el estrés y la frustración aparezcan.
Expertos recomiendan tener un tiempo en soledad, para meditar acerca de los objetivos que se desean alcanzar. Asimismo, efectuar una lista de acciones concretas y realistas que se puedan cumplir.
Algo que nunca falla es darse nuevas oportunidades, ya que, muchas veces, los individuos se juzgan a sí mismos cuando cometen errores o tienen algún fracaso emocional, profesional o familiar. El secreto de la felicidad está en las manos de quien la busca y se toma el tiempo necesario para cultivarla.