Familiares en Venezuela de Carlos Andrés Pérez dijeron este miércoles que esperan traer al país los restos del ex presidente, quien murió el 25 de diciembre en la ciudad estadounidense de Miami, una vez que se resuelva una disputa legal de último momento sobre su entierro.
La familia en Venezuela presentó un recurso judicial para evitar que Pérez sea enterrado en Miami, a fin de repatriarlo al país, lo que generó un desacuerdo con sus hijas residentes en Estados Unidos, quienes planean seguir adelante con el sepelio.
La portavoz de la familia, Marta Pérez, dijo que confía en que el entierro en Miami no se realizará hasta que se resuelva la disputa legal. Señaló que esperan sepultarlo en Caracas, junto a su también hija Thaís, quien murió hace 15 años.
“No hubiéramos querido llegar a este nivel, pero las circunstancias nos obligaron”, declaró a la televisora Globovisión al referirse al asunto legal.
Versiones de prensa indicaron que Pérez dejó escrito como un último deseo que no fuera enterrado en Venezuela mientras permanezca en el gobierno el presidente Hugo Chávez, quien el 4 de febrero de 1992 intentó derrocarlo en un intento golpista cuando era jefe de un comando de paracaidista del Ejército.
Por su lado, la familia de Pérez en Miami planea seguir adelante con el sepelio en la ciudad esatadounidense, el cual fue fijado para este miércoles.
La primera esposa del ex presidente, Blanca Rodríguez, dijo durante una misa en su memoria que esperaba que los restos de Pérez sean traídos a su patria. “Esperemos que Dios y la Virgen nos ayuden a traerlo”, expresó.
Pérez y Blanca Rodríguez tuvieron seis hijos en su matrimonio, mientras que de su segunda pareja, Cecilia Matos, nacieron dos hijas.
Este miércoles, el partido Acción Democrática (AD), donde se formó Pérez, aunque luego lo expulsó de sus filas, realizó una misa en Venezuela y anunció que todas sus casas en el país ondearían la bandera a media asta, en manifestación de respeto.
La presidenta de AD, Isabel Carmona, dijo que la misa fue un homenaje al “compañero” Pérez, de quien elogió su respeto a la democracia y a las instituciones, aún en sus momento de angustia.
Pérez gobernó el país en dos mandatos, los cuales estuvieron marcados por denuncias, polémicas y persecuciones políticas. En su primer gobierno, de 1974 a 1979, disfrutó de la bonanza y nacionalizó la industria petrolera, pero en el segundo enfrentó los saqueos y disturbios de febrero de 1989, dos intentos de golpe en 1992, hasta que en mayo de 1993 fue destituido por un juicio por corrupción.