En 1993, cuando Tom Piantanida, experimentó con lentes especiales para jugadores de videojuegos, todo parecía bien hasta que la gente que se probó las milagrosas gafas se quejaron de mareos y nauseas, en realidad, un problema que se observa en la actualidad en los seguidores de las TV-3D, escribe la revista New Scientist.
Piantanida llamó a este estado de malestar observado en los voluntarios del experimento “vómito de la zona”. "La causa de este fenómeno, es que las ricas de imágenes 3D, no cambian con la suficiente rapidez como los movimientos de la cabeza del jugador.
Este famoso invento de la empresa Sega, consistía en pequeñas pantallas, que proyectaban la imagen en tres dimensiones, lo que permite que las personas durante el juego se introduzcan dentro del mismo. Sin embargo, no es secreto que algunas personas no se sienten bien durante las sesiones de cine 3D.
Judy Barrett, de la organización por la Defensa de la Ciencia y la Tecnología de Australia, llama a este fenómeno ciberproblema. Este problema comienza con una fatiga visual, dolores de cabeza y desorientación, seguido de náuseas.
La experta considera que la causa de este estado se debe a una discrepancia entre los movimientos oculares y las lentes de las gafas, que se ofrecen en los cines. Así, cuando un objeto en la pantalla se mueve hacia usted, el ángulo del globo ocular cambia, pero no las lentes de las gafas.
Para evitar el efecto fantasma, las lentes enfocan la luz, de un plano fijo de dos dimensiones, en la pantalla. En particular, mientras el individuo se sienta más cerca de la pantalla, peor se siente.
La emisora NHK, de Japón, realizó un estudio con el fin de calcular la distancia más segura y menos peligrosa en la TV-3D. Todos los voluntarios que se sentaron a una distancia de 1,2 metros de la pantalla, se quejaron de fatiga, malestar y náuseas.
A pesar de que algunos fabricantes de 3D-TV, como Samsung, pegaron en sus aparatos avisos de alerta (no ver en estado de ebriedad, durante el embarazo, en la vejez y ante falta de sueño), muy pocas personas saben de las consecuencias negativas de las imágenes en tres dimensiones.
Hablar acerca de los efectos a largo plazo de la visualización continúa de TV-3D es difícil, pero los científicos no son demasiado optimistas en el uso de estos sistemas.