Por: Narciso Isa Conde.
¡Oponerse a la intervención militar de la OTAN sin apoyar el régimen despótico de KADAFI!
El régimen de Kadafi es indefendible por su despotismo, corrupción, concentración de poder personal y cruenta represión.
Es indefendible a pesar de sus méritos iniciales consistentes en la nacionalización del petróleo, la retirada de las bases militares inglesas, el apoyo a procesos revolucionarios y liberadores de América Latina, el Caribe y el mundo, la solidaridad específica con las causas árabes y africanas, y las políticas sociales implementadas.
En verdad ese proceso, conocido como la “revolución verde”, degeneró en un poder personal aberrante, plagado de nepotismo, privilegios tribales y culto a la personalidad.
Incluso el anti-imperialismo desplegado por Kadafi se esfumó al pactar años atrás con EEUU y la Unión Europea, abandonando su radicalidad y reconciliándose con las grandes potencias capitalistas en detrimento de la solidaridad con la causa árabe-palestinas, estrechando además vínculos económicos y políticos con Italia.
Al paso de los años el régimen de Kadafi concitó mucho descontento interno, sobre todo en las tribus discriminadas y en los sectores democráticos de la sociedad Libia; descontento estimulado por los efectos de los levantamientos populares escenificados recientemente en Túnez, Egipto, Yemen y otros países del Medio Oriente; esto independientemente y en mayor medida que la infiltración y los planes desestabilizadores -siempre presentes- de Israel EEUU y otras potencias imperialistas.
En ese contexto es absolutamente inaceptable la intervención militar de EEUU y la OTAN, que persigue aprovechar la crisis y la masacre desatada por el agonizante régimen Livio para apoderarse del petróleo y los minerales estratégicos de ese país y compensar desde el punto de vista geoestratégico las derrotas de sus dictadores aliados Ben Alí(Túnez) y Mubarak(Egipto).
Además, ni EEUU ni la UE -responsables de grandes genocidios recientes en África, la ex-Yugoslavia, Irak y Afganistán- tienen calidad alguna para esgrimir el pretexto de la represión y el despotismo para intervenir.
Es al pueblo Libio que le toca definir su destino hacia la democracia y la justicia social con auto-determinación, sin la intervención funesta como de esas potencias imperialistas.
Narciso Isa Conde
Coordinador Movimiento Caamañista (MC)