En su discurso de 51 páginas, el presidente Leonel Fernández obvió referirse al tema de la inmigración ilegal haitiana,pese a que una encuesta realizada este año arrojó que esta era la mayor preocupación de los dominicanos. Pese a que el presidente guardó silencio en su discurso,constituye un problema de máxima importancia en estos momentos para el país.
La migración ilegal haitiana, ha sido motivo de constantes debates nacionales que se han incrementado a partir de que el cólera llegara al país a través de Haití.
Los datos de Naciones Unidas indican que unos 900,000 haitianos vivían sin documentos en la República Dominicana antes del terremoto de hace un año y que esa cifra aumentó sensiblemente tras el sismo.O sea, estamo hablando que para esa fecha representaban el 6% de la población total, sin tomar en cuenta a los miles de dominicanos de ascendencia haitiana, la mayoría de los cuales también carece de documentos migratorios.
Los haitianos eran muy trabajadores y no se metían con nadie
Oponerse a la inmigración ilegal haitiana no significa ser antihaitiano o racista,es que esta nueva ola migratoria es muy diferente a las anteriores.
Los inmigrantes haitianos de los años 60 y 70 se destacaban por ser muy trabajadores y por no meterse con los demás.Esos haitianos de aquellas épocas no pedían ayuda a nadie,ni se les podía ver mendigando por las calles y se mantenían en gran medida al margen del mundo del crimen.
Muchos de estos hatianos trabajaban en el sector azucarero y en algunas plantaciones agrícolas,principalmente de la zona este del país.En pocas palabras,el nacional haitiano de aquellas decadas no generaba pobreza para el país,sino riqueza.
El país no puede sostener esta carga migratoria
Hoy se calcula que viven aproximadamente más de dos millones de haitianos ilegales en nuestro territorio,una cifra que cada día aumenta,la gran mayoría viviendo en peores condiciones económicas y de exclusión que el 20% más pobre la población dominicana, según un estudio de Naciones Unidas.
La inmigración ilegal haitiana hacia nuestro territorio continuará creciendo mientras Haití, luego del terremoto, continúe sumida prácticamente en la misma situación de desatención y falta de asistencia para su recuperación.
Indudablemente el que el país no puede sostener esa carga migratoria porque tenemos nuestras propias necesidades.
El alto costo económico y social que genera en el país el flujo descontrolado de ilegales haitianos es insostenible porque podría desequilibrar los planes de desarrollo y los indicadores económicos del país a corto plazo.
Estos haitianos ilegales están acrecentando los cinturones de miseria en los principales centros urbanos de Santiago y Santo domingo, los barrios marginados de haitianos crecen sin control en esas ciudades,ante la mirada indiferente del Estado.
Los haitianos ilegales quitan los pocos trabajos a los dominicanos.
Con una tasa muy alta de desempleados,resulta inconcebible que un país como el nuestro, acoja a miles de haitianos ilegales, sin que esto afecte su crecimiento económico o pueda salir de la pobreza.
La gran cantidad de haitianos ilegales que entran a territorio dominicano constituye un grave problema para la clase trabajadora dominicana que han visto como sectores de la economía,principamente de la construcción, han desistido contratarlo para darle empleo a una mano de obra ilegal y barata.Los haitianos constituyen más del 90 por ciento de los empleados dentro del sector de la construcción.
La inmigración ilegal haitiana ha disparado el índice de delincuencia en algunos barrios
Muchos habitantes de algunos barrios de Santiago y la capital han visto como se ha disparado los robos y asalto en los que han estado envuelto nacionales haitianos, esta situación ha levantado la alarma en sus residentes.
Esta situación ha llevado a que moradores de distintas comunidades hayan demandado la evacuación de estos extranjeros de sus entornos.
Tal como ocurrió con los habitantes de la zona sur de la provincia Santiago de los Caballeros, que han emplazado a Migración para que saque por la fuerza a los haitianos/as que residen en la citada zona, han enfatizado que si el gobierno no asume la responsabilidad, pues, ellos tomaran la decisión y sacarán con sus propias manos y métodos a estos hermanos haitianos.
La inmigración ilegal haitiana pone en riesgo la calidad de vida de los dominicanos
En muchos pueblos del país viven decenas de haitianos apilados en pensiones en condiciones de hacinamiento, aparte de los costos en salud que tiene que asumir el Estado para atender esta masa de inmigrante que no cotiza en el seguro social ni paga los impuestos.
Por la poca salubridad con la que viven muchos ciudadanos haitianos en el país se pone en riesgo la calidad de vida tanto de los dominicanos,como de los turistas que nos visitan.
Después del terremoto del 12 de enero muchos niños haitianos que quedaron huérfanos vinieron al país, donde mendigan en las calles de las zonas residenciales o en centros turísticos.
Un costo muy alto para los servicios de salud
Por la flexibilidad del gobierno hacia la inmigracion haitiana, los dominicanos hemos visto incrementarse los de casos cólera y la malaria, también de otras enfermedades, como la tuberculosi, ya que en su país de origen la incidencia de estas tres enfermedades es más alta que en nuestro país por no existir controles sanitarios.
Desde el 2006 al 2010 el costo por servicios sanitarios ofrecidos a haitianos ascendió a RD$2,632 millones. El promedio del costo que osciló entre los 400 y 420 millones cada año, aumentó a mil millones de pesos en el 2010 tras el terremoto que afectó a Haití el 12 de enero. Ese año los servicios ordinarios costaron RD$415 millones y el resto por esa tragedia.
Por ejemplo, en Barahona, antes de la aparición del cólera, 420 bebés de madres haitianas nacían al año en el Hospital Regional Jaime Mota. La cifra es alarmante, no sabemos si disminuyó, pero indudablemente es inexacta si investigásemos las demás hospitales del resto del territorio nacional.
Durante el año 2009, de 29 muertes maternas que registra el sistema, nueve corresponden a parturientas haitianas que llegan al país en condiciones de suma precariedad.
El gobierno Dominicano es el unico culpable de todo estos problemas.
El tráfico ilegal de indocumentados en la frontera dominico-haitiana está creando serios problemas,afectando incluso la imagen internacional de República Dominicana.
El estado dominicano es parte del problema porque es mayor empleador de inmigrantes ilegales haitianos,principalmente en los llamados "Mega proyectos", a esa situación se le suma los cabildos,que contratan haitianos ilegales para la recogida de basura,arreglos de acera y podas de árboles sin mediar ningún contrato laboral o retención de impuestos.
Los dominicanos demandan del gobierno crear un plan para la regularización de los inmigrantes y sus descendientes, así como establecer controles fronterizos y normas claras para la inmigración.
Si no existe control migratorio (porque no tenemos clara la aplicación de la Ley de Migración y su reglamento) , si no se controla la frontera, nuestro país seguirá siendo una válvula de escape para los haitianos,esta situación tendrá graves consecuencia para nuestra patria.
