Un documento elaborado por el Ministerio de Educación establece que El 34% de la población entre 15 y 49 años no ha terminado la educación básica, mientras que el impacto de la ejecución del currículo vigente para la educación de jóvenes y adultos se evidencia en la deserción, ausentismo y baja promoción.
Además, se establece que un alto porcentaje de desempleo de personas jóvenes y adultas del país tienen dificultades para incorporarse a labores que exijan el dominio de la comunicación escrita y lectora.
Se advierte que los problemas son consecuencias de un enfoque centrado, en contenidos y en tiempo, a los programas de educación básica de niños y sin tomar en cuenta la etapa evolutiva del desarrollo del sujeto adulto.
En ese mismo sentido, dice la propuesta, la capacitación de los docentes está concentrada en las teorías que sustentan el aprendizaje de los niños, "siendo débil la concepción diferenciadora de los procesos en los adultos".
Otra de las fallas del programa de Educación de Personas Jóvenes y Adultos (Edpja) es que el sistema de evaluación vigente no permite acreditar los conocimientos y competencias adquiridas por los estudiantes en el transcurso de su vida.
Ante esta situación, las autoridades han iniciado una reforma de la oferta educativa y el modelo de educación que, hasta ahora, se ha venido ofreciendo en educación básica de adultos.
La propuesta, que se encuentra en presentación a los docentes, asume un modelo abierto, flexible y con posibilidades de responder a los distintos ritmos de aprendizaje, contextos sociales con amplia diversidad social y cultural de la población adulta.
De manera específica, el nuevo modelo plantea la reforma de los textos del programa educativo de adultos, flexibilidad de horarios, un nuevo sistema de evaluación (diagnóstica inicial, por unidades, módulo y ciclos), inscripciones abiertas y permanentes. También prevee su articulación con propuestas de formación técnico profesional.
La iniciativa de reforma responde a lo establecido en el Plan Decenal de Educación 2008-2018, que plantea innovar los procesos de enseñanza dirigidos a personas mayores de 14 años que no han ido a la escuela. Se espera que sea implementada a partir del próximo año escolar, por lo que requerirá de una norma emanada del Consejo de Educación.
El documento, elaborado de forma preliminar, establece que la población entre 0 y 14 años representa el 31% de la población, lo que sugiere que de no tener oportunidades de acceso para terminar sus estudios primarios en la edad conveniente, seguirá aumentando la población que requiere atención en los programas de EDPJA.
