Si ves algo raro con un telescopio, prueba con otro. Es lo que hicieron los astrónomos de Galex , un observatorio espacial diseñado para estudiar la evolución de las galaxias, cuando observaron emisiones muy fuertes en ultravioleta en cierto número de galaxias antiguas y masivas.
En este tipo de estructuras ya se han formado las estrellas y normalmente no hay gas frío suficiente para formar más.Sin embargo, de alguna manera estas han resucitado, al recibir un nuevo suministro de gas que les permite volver a fabricar estrellas, como confirmó la consiguiente observación de estos conjuntos de estrellas y gas con el telescopio espacial Hubble.
Estructuras inesperadas, en forma de gigantescos anillos y arcos de luz ultravioleta, que rodean las galaxias son la fuente de las emisiones detectadas. "No hemos visto nunca esto antes", ha dicho Michael Rich, coautor del informe que se ha publicado en The Astrophysical Journal. "Puede que estos objetos extraños y preciosos nos estén diciendo algo muy importante sobre la evolución de las galaxias".
Los astrónomos no saben a qué achacar esta reseurrección. Una explicación sería la fusión con una galaxia más pequeña, pero no parece aceptable. "Para crear una onda de choque que forma anillos como los que hemos visto, la galaxia pequeña tiene que chocar con la grande justo en su centro y eso no es lo habitual", explica Samir Salim, director del estudio.
Más probable es que la galaxia haya estado absorbiendo durante mucho tiempo gas del medio intergaláctico, que esté en el origen de los espectaculares anillos.
Galex, una misión de la NASA, lleva siete años estudiando el cielo en ultravioleta y es el único sensor espacial en este rango actualmente.