Ex banquero se durmió profundamente durante el juicio por estafa ahorrantes - Barahoneros

jueves, 29 de abril de 2010

Ex banquero se durmió profundamente durante el juicio por estafa ahorrantes


SANTO DOMINGO .- El juicio que se sigue a Eduardo de Castro por el fraude de 16 mil millones de pesos cometido en el Banco Mercatil, fue suspendido hasta el próximo viernes debido a que el imputado se durmió profundamente. Solo despertó cuando una señora gritó un sonoro ¡Ay! en la sala: estaba asustada porque creía que al empresario le había ocurrido algo grave.

Fue precisamente cuando el Ministerio Público incorporaba mediante lectura las pruebas documentales, que contienen las alegadas maniobras fraudulentas empleadas por De Castro y otros ejecutivos de la entidad bancaria, cuando el imputado bajo la cabeza.

“Eso en mi pueblo con berrón tiene”, comentó el abogado del Banco Central y la Superintendencia de Bancos Artagnan Pérez Méndez, al referirse a la somnolencia de De Castro.

El imputado permaneció varios minutos con la cabeza baja lo que despertó curiosidad en el Primer Tribunal Colegiado.

“El señor sufrió una baja de cabeza que puede tener múltiples motivos: puede ser sueño normal o natural, un decaimiento o agotamiento; pero no sabemos la causa”, dijo Pérez Méndez.

Más de 20 aplazamientos se han producido en el conocimiento del juicio a De Castro, que lleva alrededor de tres años. Casi siempre el proceso ha sido suspendido por alegados problemas de salud del procesado.

Por el mismo hecho, ya fueron condenados Andrés Aybar y Evelyn Pérez y Rafael Maximiliano Moya Hernández.

El fiscal contra fraudes bancarios, Francisco García, llegó a incorporar al tribunal seos pruebas que describen cómo De Castro distraía fondos del banco fuera de los libros oficiales.

Desde el 2002 el Banco Mercantil venía confrontando problema de liquidez, que fueron solventados por el Banco Central con facilidades, recursos adelantados y redecuentos, hasta el 8 de octubre del 2003, cuando el Republic Bank Limited adquirió la mayoría de sus acciones.

Fuente: 7 Días/ por Domingo Berigüete