San Juan ,Puerto Rico.-La directora ejecutiva de la Junta de Examinadores de Embalsamadores, Norma Torres, anunció hoy que remitirá al Departamento de Justicia la investigación del caso del cadáver expuesto en una funeraria de San Juan sobre su motocicleta a modo de peculiar velatorio por deseo de sus familiares.
"No es aprobado debido a que los reglamentos establecen claramente la protección que se le debe dar a la ciudadanía en cuanto a la exposición de un cadáver", señaló Torres sobre un asunto que, por su excentricidad, saltó a las portadas de la prensa puertorriqueña.
La funcionaria resaltó además la importancia de que los cadáveres se coloquen dentro de ataúdes, ya que como recordó después de muerta la persona continúa emitiendo gases y líquidos perjudiciales para los humanos.
Torres mostró también sus dudas sobre la autorización del personal de la funeraria Marín -contratada por los familiares del fallecido-, del distrito sanjuanero de Hato Rey, para llevar a cabo embalsamamientos.
El cadáver de David Morales Colón, de 22 años y apodado "El Matatán", asesinado a tiros en la capital puertorriqueña, fue expuesto el pasado martes sobre su motocicleta a modo de peculiar velatorio por deseo de su tío.
El fallecido fue expuesto públicamente con gorra, gafas de sol y ropa deportiva en postura aerodinámica a modo de como si condujese su motocicleta favorita, montaje organizado por la funeraria Marín que ahora será investigada por autoridades judiciales.
Una empleada de la funeraria, Elsie Marín, dijo que realizó su trabajo con respeto a la familia del fallecido y sin morbosidad alguna, y que la única diferencia consistió en colocar el cadáver sobre una motocicleta en vez de meterlo en un ataúd, como se hace habitualmente.
"Esto no es morbosidad, no es nada distinto a los otros casos, porque nosotros no necesitamos publicidad", señaló la empleada de la ya famosa funeraria.
"El Muerto parao" fue obra de esta funeraria
La compañía alcanzó notoriedad en 2008 con el caso de Ángel Luis "Pedrito" Pantojas Medina, conocido a partir de entonces como el "muerto parao", por ser velado en su propio domicilio, de pie, amarrado a una pared y vestido de manera informal, con tejanos, camiseta con dibujos llamativos, gorra, collar y gafas deportivas.
Los familiares del "muerto parao", asesinado de once tiros el agosto de 2008, justificaron su decisión por el deseo del fallecido de ser único, además de por haber visitado éste la funeraria Marín antes de su muerte para pedir ese peculiar velatorio.