Solomon Burke, conocido como "el rey del rock y el soul", murió el domingo a los 70 años en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam.
El vocero de la policía del aeropuerto Robert van Kapel confirmó que Burke murió en un avión que aterrizó el domingo temprano y provenía de Los Angeles. Tenía programado un concierto el martes en Amsterdam. Las entradas se habían agotado.
La familia del artista dijo en un comunicado que murió de causas naturales, sin dar más detalles.
"Aunque nuestros corazones y nuestras vidas no volverán a ser las mismas, su amor, su vida y su música seguirán vivos entre nosotros para siempre", señaló el comunicado.
Famoso por canciones en las que mezcló soul, gospel, country y R&B, Burke nació en 1940 al sonido de la música en el cuarto de arriba de una iglesia en Filadelfia, según su página de internet.
El artista llegó a ser reconocido como uno de los mejores cantantes de soul de la década de los 60. Aunque su popularidad nunca igualó la de contemporáneos como James Brown y Marvin Gaye, el legendario productor de Atlantic Records Jerry Wexler alguna vez lo describió como "el mejor cantante de soul de todos los tiempos".
Burke, un hombre gigante con una voz poderosa que hacía juego con su figura, firmó en 1960 un contrato con Atlantic, disquera con la que grabó múltiples éxitos.
Dos de las canciones más conocidas de Burke se volvieron aún más populares luego de aparecer en películas exitosas. "Everybody Needs Somebody to Love", que Burke escribió en 1964, apareció en "The Blues Brothers" de Dan Aykroyd y John Belushi. Asimismo, "Cry to Me" es el tema de fondo en una escena memorable de "Dirty Dancing".
Burke ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll en el 2001. Un año después, ganó un Grammy por Mejor Album de Blues Contemporáneo con "Don't Give Up On Me".