Un estudio realizado en Londres concluyó que la ingesta de un vaso de vino a la semana no perjudica el desarrollo conductual del feto.
Las mujeres que toman una o dos bebidas alcohólicas por semana durante el embarazo no dañan el desarrollo conductual o intelectual de sus hijos, según un estudio de científicos británicos de la University College de Londres que publicó hoy Journal of Epidemiology and Community Health.
Los investigadores hallaron que las embarazadas que bebían hasta un vaso (175 ml) de vino, 50 ml de licores o poco menos de una jarra de cerveza por semana no afectaban a sus bebés. No obstante, los hijos de madres que bebían mucho alcohol eran más propensos a sufrir hiperactividad y tener problemas emocionales y conductuales que los chicos de mamás que no habían bebido durante la gestación, indicaron los científicos.
Yvonne Kelly, del departamento de epidemiología y salud pública de dicha universidad, dijo que los resultados ayudaban a cubrir una falencia en la investigación científica sobre los riesgos del alcohol y el embarazo, que se ha focalizado fundamentalmente en los riesgo de la ingesta elevada.
“Estamos hablando de una o dos bebidas (alcohólicas) por semana como mucho”, señaló Kelly en una entrevista telefónica. “Las bebedoras leves también incluirían a las mujeres que toman alcohol muy ocasionalmente, durante una celebración familiar por ejemplo”, añadió.
Estudios previos mostraron que el consumo elevado de alcohol durante la gestación puede dañar seriamente al bebé y muchas autoridades sanitarias aconsejan a las mujeres mantener la ingesta en el mínimo posible cuando están embarazadas.