
Una y otra vez, murciélagos obstinados intentaron sin éxito beber de una superficie de metal, debido a que confían más en su capacidad auditiva que en los otros órganos de los sentidos, informaron científicos del Instituto Max Planck de Ornitología en Seewiesen, Alemania.
Los murciélagos confundieron con agua muchas superficies horizontales lisas, no sólo de metal, sino también de plástico o madera, porque causan reflexiones similares de las ondas de ultrasonido, explicaron Stefan Greif y colegas en la revista Nature Communications.
En la naturaleza, no existen superficies reflectantes y lisas similares a las del agua. Esto hace que los murciélagos sean despistados por su sistema de ecolocación.
Los investigadores realizaron experimentos con 15 especies de murciélagos y comprobaron que los animales intentaron reiteradamente tomar agua de superficies lisas, según informa la agencia de noticias DPA.
El grupo encabezado por Greif descubrió que la percepción acústica del agua en los murciélagos es innata y no se deja engañar por otros sentidos como la vista, el olfato o el tacto.