Nuevos documentos revelarían que otra chica acudía a las fiestas del primer ministro italiano y habría recibido dinero
Roma. Un comité parlamentario decidió ampliar la investigación del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, denunciado por presuntamente haber mantenido relaciones sexuales por dinero con una niña marroquí de 17 años, al examinar un informe de la fiscalía de Milán.
El comité debe resolver si permite el allanamiento de ciertas propiedades de Berlusconi, y la decisión se aguardaba para las próximas horas.
Los fiscales ya habían enviado al comité parlamentario casi 400 páginas de documentos. Berlusconi ha calificado las denuncias de “indignantes”.
LA VIDA POLÍTICA ITALIANA SE REDUCE A BERLUSCONI
Todos los problemas de Italia han quedado aparcados, las reformas anunciadas arrumbadas, la oposición no presenta iniciativas y la patronal lanza duras advertencias de que la economía se estanca, pero la realidad queda relegada por el formidable eco del escándalo que envuelve al segundo cargo del Estado italiano.
La avalancha de nueva información sobre la vida privada del primer ministro complica su seguimiento, los entresijos y los nuevos nombres de muchachas que van surgiendo y relatan sus experiencias con Berlusconi llenan páginas y páginas de los medios de comunicación italianos en forma de cascada.
La Fiscalía de Milán envió ayer una segunda tanda del sumario Ruby, un total de 227 folios, que están siendo filtrados puntualmente a los medios de comunicación y que apuntan la presencia de una segunda menor de edad, Iris Berardi, brasileña, que habría frecuentado al menos ocho veces a Berlusconi con 17 años. En posesión de la menor se habría encontrado, según las filtraciones del sumario, 40.000 euros y varias joyas.
Las indagaciones de la Fiscalía desvelan la existencia de importantes sumas de dinero en manos de las chicas que acudían a las fiestas del mandatario y en algunos casos, hasta de cocaína. La propia Ruby, que fue el detonante de las tribulaciones que atraviesa hoy Berlusconi, escribió en su agenda que tenía que recibir 4,5 millones de euros en el plazo de dos meses por parte del mandatario, cuando ya habría recibido 250.000 euros.
Todo un culebrón, con relatos de índole sexual que implican a un primer ministro de 74 años al que le gusta verse rodeado de numerosas jóvenes bellezas en sus residencias varias con episodios muy subidos de tono. Según se desprende del sumario, a muchas de ellas les ha provisto de casa y a otras las ha colocado en cargos políticos.
