El español Javier Novo asegura que a finales del siglo XXI, el ser humano podría nacer con una esperanza de vida de 300 años
El hombre tendrá que plantearse "seriamente" dentro de un par de siglos la necesidad de habitar otro planeta, algo que se conseguirá cuando se repliquen las condiciones que hacen posible la vida y que todavía no se conocen con detalle, según afirma el científico español Javier Novo.
Ésta es una de las tesis que defiende Novo, profesor de Genética y divulgador científico de la Universidad de Navarra, al norte de España, en su libro "Genes, microbios y células" , en el que repasa algunos de los avances científicos más recientes en campos como las células madre inducidas y sus aplicaciones terapéuticas, la evolución humana o la descodificación del genoma.
Otra de las grandes cuestiones que aborda es el sueño del hombre, "cada vez más real", de prolongar la vida "venciendo a la enfermedad y al envejecimiento", según informa el centro académico navarro en un comunicado.
En este sentido, el experto en genética asegura que a finales del siglo XXI "el ser humano podría nacer con una esperanza de vida de 300 años", lo que "está bastante alejado de la inmortalidad, pero aún así exigirá una organización social totalmente distinta a la actual".
Según Novo, el avance científico que va a revolucionar la vida diaria es la nanotecnología, que supondrá "la aparición de una amplia variedad de dispositivos biomédicos o, lo que es lo mismo, artilugios minúsculos que se implantarán en nuestro cuerpo, para facilitar el funcionamiento del organismo o liberar fármacos de forma controlada".
Respecto al progreso científico que marcará el siglo XXI, Novo se decanta por la capacidad de modificar el ADN para corregir los defectos que cada persona tenga en su genoma.
Novo asegura que la reprogramación celular es uno de los hallazgos más importantes, puesto que permite transformar una célula especializada en una célula pluripotencial, similar a la de un embrión.
Y "lo más increíble es que esto se consiga a través de una maniobra sencilla que activa unos pocos genes, cuando tan sólo hace cinco años se afirmaba que todo esto sería imposible" , explica.
Sobre el avance científico reciente y más inesperado, el profesor de la Universidad de Navarra alude, de nuevo, al ADN.
"Hasta hace poco tiempo desconocíamos que nuestro genoma está lleno de pequeños genes cuya función es silenciar a otros, y que este proceso es fundamental en enfermedades como el cáncer y en el propio desarrollo embrionario", destaca.
El prólogo de la obra ha sido escrito por Francisco J. Ayala, autor de "Darwin y el diseño inteligente" y uno de los expertos en evolución más importantes del mundo.