A Chávez se le funden los plomos - Barahoneros

domingo, 28 de marzo de 2010

A Chávez se le funden los plomos


Sólo Dios puede salvar a Venezuela de una catástrofe energética, cuando tiene las mayores reservas petroleras del mundo. La crisis es severa y el país está al borde de un colapso eléctrico y económico sin precedentes. El mismo presidente, Hugo Chávez, admite que el país «se apaga» entre mayo y junio si la sequía se prolonga aún más. Por ese motivo le pide a todos los santos que vengan las lluvias cuanto antes para salir del atolladero.

BC ha tenido acceso a una información confidencial de la «sala situacional» (sitio de análisis estratégico) del Palacio de Miraflores, sede del gobierno, que da cuenta de la magnitud de la crisis que podría estallar en menos de dos meses: «Las turbinas de Guri (embalse hidroeléctrico que proporciona el 70% de la demanda nacional) tienen un excesivo desgaste y presentan cavitación. La fatiga acumulada en estos meses es por funcionamiento defectuoso. Ya dañaron varios elementos importantes y se presume que en los próximos días podrían apagarse. Ello podría dejar sin luz el interior del país, y sólo esperamos la orden presidencial para proceder», aseguran las fuentes extraoficiales.

El gobierno ha hecho saber que Caracas no va a sufrir los apagones, pero no así el resto del país, que va a sentir todo el peso de las medidas. En el fondo el temor es que las protestas de los caraqueños sean imitadas por el resto del país y hagan tambalear al gobierno.

Chávez monopoliza la radio y la televisión casi todos los días para controlar el nivel de agua que le queda al embalse de Guri, situado en el sur del país. Hace unas semanas, su nivel bajaba trece centímetros al día. Ahora disminuye a diecisiete centímetros diarios.

De hecho, ocho de las veinte unidades generadoras de electricidad han sido retiradas. Guri fue construido hace 40 años para generar 15.000 MW, pero sólo opera con la mitad de su capacidad. La presa hidroeléctrica «podría llegar a su punto crítico de los 240 metros y perder buena parte de su capacidad a mediados de mayo, si no vienen las lluvias», asegura el presidente de la estatal Edelca, Igor Gaviria.
«A Chávez no le importaría forzar al máximo las turbinas de Guri y que colapsen hasta dejar en la oscuridad a toda Venezuela, excepto Caracas», señaló a este diario un ingeniero a ABC, que pidió mantener el anonimato.

Alarga la Semana Santa
Para no alarmar a los ciudadanos, el presidente Chávez afirma: «Todavía estamos a menos de tres meses de la zona de colapso». Así decreta la emergencia eléctrica nacional para «seguir aplicando con rigurosidad los planes de ahorro» de un 20%. Incluso aumenta a siete días festivos la Semana Santa, en lugar de los cuatro habituales, para ahorrar luz.

El mandatario culpa al fenómeno de «El Niño», al imperialismo y a los gobiernos anteriores de la crisis eléctrica. Pero los sectores opositores la atribuyen a la falta de previsión, de mantenimiento, de inversiones y a la ineficacia del gobierno.

Corrupción
Incluso el diputado chavista Luis Tascón ha dicho por radio que «se han robado los 35.000 millones de dólares que se han asignado al sector eléctrico en los últimos diez años». Para no seguir dependiendo del embalse de Guri, se habían programado esas inversiones para construir 32 plantas termoeléctricas, de las cuales sólo se han inaugurado cinco unidades.

En consecuencia, el mandatario debe afrontar la peor crisis energética que haya registrado el país «en cien años», lo que se agrava por su impacto en la economía. De paso, la ineficiencia le pasa factura con la caída de su popularidad (49% de rechazo y 43% de aprobación, según Alfredo Keller y Asociados).
El país presenta todos los síntomas de las plagas bíblicas: apagones, recesión, inflación, cierre de empresas, expropiaciones, desempleo, escasez de alimentos, inseguridad y la inevitable corrupción. El racionamiento ha hecho que las calles se vean oscuras sin avisos de neón. La luz mortecina de los postes apenas alumbra. En las provincias es peor, es una boca de lobo propicia para los delincuentes. Ahora llaman a Venezuela jocosamente «Oscurana» y su destino está en manos de la providencia.

Del Diario ABC de España

Baja la popularidad de Chávez en los barrios pobres

Una encuesta de Hinterlaces indica que sólo 35% del estrato D y 43% del E confían en el mandatario. "Es como un divorcio cuando un miembro de la pareja pierde la fe por los constantes engaños", dice. "Ya ni siquiera están pagando las misiones. Chávez es puro bla bla", denunció Jesús Heredia, habitante de Catia.

Caracas. - Tres puñaladas recibió Yeminson Fuenmayor por hacer campaña en Los Erasos contra Hugo Chávez en 2004. Estuvo cuatro días en terapia intensiva. El "delito" fue vestir una camiseta de Primero Justicia.

Hoy, camina por el barrio Brisas de Gaboa, en Los Erasos, sin temor; es saludado sin rencor y hasta participa en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales. "Desde hace un año todo cambió. Bajó la intolerancia. Trabajamos con el consejo comunal porque esa esperanza que constituía Chávez se perdió. Lo que ahora preocupa a los vecinos es la paralización del Proyecto Guaire, la canalización de la quebrada, la inseguridad y no las peleas por ideología y menos por una persona en especial", afirmó Fuenmayor en la calle principal del barrio.

Chávez es caceroleado en zonas populares de Caracas y en el interior, como pasó en Maracay en un acto en compañía del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y como ocurrió en El Valle, en La Vega y en la avenida Panteón.

"He viajado por el país y percibo un descontento general; sin embargo, el Presidente sigue fuerte en un sector que espera que él reaccione y sancione al entorno, al cual responsabilizan también de la mala gestión", afirmó Fuenmayor.

En el consejo comunal Heroínas de Gaboa, en Los Erasos, trabajan en pro del barrio opositores y chavistas. Verónica Colmenares, identificada con Chávez, dijo: "La mayoría es chavista, pero a la hora de trabajar por el barrio nos unimos, como ahora que buscamos un puesto de la Guardia Nacional para enfrentar la delincuencia".

Este año, la presencia del Presidente ha sido cuestionada en cuatro ocasiones: "El 9 de enero fue porque entregó con retraso el Metro. El 4 de febrero, los habitantes de San Andrés, El Valle y Coche protestaron los actos en Los Próceres. La tercera ocurrió el 12 de febrero porque trajeron gente de otra parte para celebrar el Día de la Juventud; esa gente salió corriendo cuando escuchó las primeras ollas. Y, la última, fue el 27 del mes pasado porque Chávez cometió un error: pretendió festejar esa fecha en un lugar donde hubo tantos muertos. La gente está de duelo, no de júbilo. Chávez habló 20 minutos y se fue", señaló Gustavo Molina, vicepresidente de Hola Caracas, una organización de corte social, que sirve de apoyo a grupos populares.

La pérdida de popularidad es atribuida por Molina a tres aspectos: "Estamos cansados de un discurso lleno sólo de promesas. Chávez prometió acabar con la pobreza y resulta que en Barinas, por citar un ejemplo, aumentó la pobreza extrema en estos 11 años. El segundo asunto es que el Gobierno protege a los corruptos. Y, tercero, el racionamiento de luz y de agua. El pueblo no se cree el cuento del clima y si responsabiliza a algún niño es al de Miraflores. Es como un divorcio en puertas porque un miembro de la pareja perdió la fe debido a los constantes engaños".