El africano Kei Kamara, de los Kansas City Wizards, se falló un gol que parecía imposible de fallar en un partido por la Major League Soccer (MLS) ante Los Ángeles Galaxy. El delantero de Sierra Leona se encontraba solo con el arco vacío luego de que la pelota chocara en el palo tras un remate de su compañero.
El jugador se lanzó para empujarla y celebrar pero calculó mal, terminó pateando el aire y el balón pasó por debajo de su pie para luego ser empujado por su mano dentro del arco. El gol fue anulado.
Karnara no podía creer lo que se había fallado, no sólo se perdió el gol sino también la oportunidad de que su equipo gane los tres puntos ya que el partido terminaría empatado cero a cero.
MLS, el cementerio dorado de los elefantes
la MLS intenta ganarse un espacio en el planeta fútbol reclutando viejas glorias que prácticamente anuncian su retiro de la elite futbolistica mundial.
Estos astros que titilan cada día menos se prestan al juego del patrón de la MLS, Don Garber, quien intenta aplicar una política similar a la que se usó en Estados Unidos en los setenta para relanzar el ’soccer’, en un país donde el football americano, el beisbol y el básquet se comen al deporte rey de planeta con cuchillo y tenedor. La idea fue importar glorias como se hizo con aquel mítico Cosmos de Pelé y Beckenbauer, que los asoció en 1977, cuando ambos estaban en la previa de su jubilación.
Estados Unidos comenzó a reorganizar el fútbol en 1993, con la formación de una liga antes de su Mundial del 94, obsequio de la FIFA para ganarse otro mercado, aunque el avance es mucho más lento de lo esperado. El problema es que hay un choque de identidades, en un país que intenta armar su esquema sacando modelos exitosos del básquet como el draft, fase previa por conferencias o el juego de las estrellas, algo inexistente en otros países donde se mama fútbol desde chiquitos.
Mientras tanto, en la cancha se cruzan viejas glorias, jóvenes talentosos que no pudieron demostrar su calidad en algún grande (Carlos Marinelli, ex Boca, Boro y Torino, el brasileño Ricardinho o el mismo Landon Donovan, ex Bayer Leverkusen), los hombres nivel médio que pasan por arriba a sus rivales en esta liga de tercer orden (Christian Gómez, mejor jugador un par de temporadas y sin lugar en Independiente, o el exquisito enganche guatemalteco Pescadito Ruiz), o aquellos que directamente van en busca de El Dorado, como Franco Niel, una de las revelaciones de Argentina que ahora se mezcla entre jugadores de los cuatro costados del mundo. En la MLS no es raro cruzarse un cubano con un bosnio o polaco, ni un etíope o ghanés con un canadiense o rumano.
Esta visto que la Major League Soccer da para todo y es un gran cementerio de elefantes que tiene el perfil perfecto para Ronaldo, uno de los nombres que sonó y sonó, antes de su desgracias lombarda.
