Velan Cadaver de un mensajero montado en una motocicleta - Barahoneros

miércoles, 28 de abril de 2010

Velan Cadaver de un mensajero montado en una motocicleta


Sobre su motora, reclinado hacia adelante, con gafas oscuras y listo para acelerar. Así se despedían ayer de un joven mensajero y, si no fuera porque estaba en una funeraria, cualquiera pensaría que estaba más vivo que muchos vivos.

El joven de 22 años David N. Morales Colón, como muchos de sus compañeros mensajeros, vivía de su motora y, en buena parte del día, sobre ella. Así que la familia pidió a la funeraria Marín Funeral Home que no lo separaran de la máquina mientras lo velaban.

La corona de flores que acompañaba a este “muerto en motora” era, por supuesto, en forma de motora, con gomas y asiento en color negro, lo más cerca posible de la realidad.

Los familiares y amigos que entraban al salón frenaban en seco al ver al veloz motorista. Acto seguido, casi todos tomaban una foto, ya fuera con una cámara o con un teléfono celular.

Afuera, frente a la funeraria, decenas de motoristas estaban reunidos, rodeados por sus bólidos de dos ruedas.

Con frecuencia llegaba otra motora, precedida por el peculiar ruido de sus pistones o de las gomas rechinando sobre el pavimento, y dejando detrás el inequívoco olor a combustible quemado.

“Era mensajero, como nosotros”, dijo uno de los presentes, que prefirió no identificarse.



“Era un muchacho bueno, padre de familia, de dos niños, que salía a trabajar para su familia. Lo querían mucho”, añadió, destacando que el joven era de Barrio Obrero, en Santurce.

Otro del corillo de motoristas aseguró que Morales Colón llevaba “como nueve años” manejando motora.

Y un tercero repitió que Morales Colón era trabajador y mostró una camiseta que identificaba a la compañía Mensajería Racing y añadió el lema de la misma. “No es lo mismo llamarlo que vernos venir”, dijo refiriéndose a la agilidad de sus labores.

Sobre cuáles habían sido las razones que habían llevado a la muerte a Morales Colón tan temprano en su vida, prefirieron no comentar.

“Son cosas de la calle”, se limitó a decir el que había iniciado el diálogo con El Nuevo Día.

Morales Colón murió el pasado jueves luego de ser baleado por unos sicarios en un ataque ocurrido en la calle 11 de la avenida Rexach en Barrio Obrero, según los reportes policiales de ese día. Una muchacha que conversaba con Morales Colón también resultó herida en una pierna.

Cambio de tradiciones

La funeraria Marín, que se encargó de cumplir con este inusual pedido de velorio, ya había ganado celebridad por encargarse en agosto de 2008 de cumplir los deseos de otro joven, Ángel Luis “Pedrito” Pantoja Medina, en un caso que se conoció en Puerto Rico y muchos otros países como el “muerto ‘parao’ ”. La diferencia, en cambio, estuvo en que Pantoja había planificado que así fuera su velatorio el día que muriera.

“La familia (de Morales Colón) solicitó estos servicios (que lo velaran en motora). Nosotros siempre tratamos de complacer a las familias”, comentó Elsie Marín, vicepresidenta y hermana del dueño de la funeraria.

Marín explicó que desde el “muerto ‘parao’ ” han tenido varias solicitudes de velorios que se apartan de la tradicional fórmula del ataúd, y que no se han dado porque quienes lo piden no han fallecido. Entre los pedidos se incluyen motoras y una persona que quiere que la velen sentada en un sillón, “porque les tiene fobia a los ataúdes”.