Estudios al cráneo del genial músico señalan que los niveles de tal mineral están dentro de lo normal.
Nuevas pruebas realizadas a los fragmentos del cráneo del compositor alemán Ludwig van Beethoven refutan la teoría de que muriera en 1827 por intoxicación de plomo, como se creía hasta ahora, según informó el periódico The New York Times.
Los estudios realizados por un grupo de científicos del Instituto Médico Monte Sinaí de Nueva York dan como resultado que los niveles de plomo en los fragmentos de hueso analizados están dentro de lo normal, precisó la agencia DPA.
Hasta ahora se creía que Beethoven había estado expuesto a lo largo de su vida a grandes dosis de plomo, lo cual pudo haber causado su muerte. Incluso, algunos investigadores llegaron a pensar que el músico podría haber sido envenenado debido a su amor al vino, pues en el siglo XIX se solía añadir este mineral al vino barato para quitarle su sabor malo.
Sin embargo, las últimas pruebas realizadas arrojan una cantidad de plomo de 13 microgramos por cada gramo de masa ósea en los huesos grandes, los cuales anteriormente no habían sido estudiados. Los valores de dicho mineral encontrados en los fragmentos pequeños de hueso, que fueron analizados hace cinco años, cuadriplicaban los valores actuales (48 microgramos por gramo de masa).
Los investigadores, por el contrario, no han podido encontrar hasta el momento ninguna explicación a esta diferencia de datos. El cuerpo de Ludwig van Beethoven fue sacado de Viena en 1863 para, entre otras cosas, llevar a cabo investigaciones sobre la causa de su muerte.