Llanto, dolor, lágrimas y música se entremezclaron hoy durante el multitudinario acto del sepulcro del lanzador José Lima.
Santiago, el Cibao y el país despidieron al carismático lanzador santiaguense, en una sepultura con sabor a pueblo.
Personas de todos los estratos sociales participaron en las honras fúnebres, a bordo de yeepetas, camionetas, vehículos livianos, motores, passolas y otros medios de transporte para acompañar a Lima a su última morada: el Cementerio de Las Charcas, su comunidad natal.
El cadáver fue sepultado a las 3:45 de la tarde, en el Panteón de la familia Hernández-Lanfranco. Previamente el padre Pedro Pablo le ofició una misa de cuerpo presente en la capilla San Isidro.
El féretro salió a las 11:00 de la mañana de la Funeraria Blandino, en donde pernoctó toda las noche, para luego tomar la calle 30 de Marzo, bajar por la Restauración y tomar la Avenida Antonio Guzmán rumbo al puente Hermanos Patiño, camino al citado Campo Santo.
Sin embargo se tomó más de tres horas para llegar a su destino, en razón de la larga fila de vehículos que le acompañó,la cual parecía interminable.
Grupos de personas se acordonaron alrededor de las diversas vías que recorrió el ataut con los restos del jugador para expresar su pesar de maneras diversas.
Otros saludaban desde puertas, ventanas y balcones. El pueblo se "abrazó" al unísono para despedir en grande un hijo de sus propias entrañas.
La sepultura de Lima fue un derroche de expresión popular de considerable magnitud. La gente lo idolatraba por el entusiasmo que ponía que cada una de sus actuaciones en el montículo, sus gestos histriónicos,su sencillez dentro y fuera del terreno de juego, forma de ser y su don de gente.
Frases como: "El Mambo de Lima vivirá por siempre en nuestro corazones", José Lima hasta siempre.Siempre te recordaremos", y "Adios al Mambo de Lima", entre muchas otras, eran exhibidas en pancartas, fotos, souveniles, camisetas, gorras y otros objetos, en su mayoría alusivos al equipo de las Aguilas Cibaeñas, con el que militó en la mayor parte de su carrera.
Las honras fueron matizadas con canciones del propio Lima, tales como "La Cacata", "En el Amor no hay Edad", así como la del salsero boricua Tito Rojas "Nadie es eterno en el Mundo" y "Cuando un Amigo se va", del cantautor argentino Alberto Cortéz,
Asimismo, otras que fueron recién grabadas en su honor con las actuaciones de de artistas como:Memín, Héctor Acosta "El Torito" y Chrispie, entre otros temas.
Miles
Previamente, en acto especial celebrado el pasado sábado, en el Estadio Cibao, más de 10 mil personas, representativas de diversos sectores, en especial del deporte, dieron el último adios a Lima.
En la actividad, hicieron uso de la palabra, el secretario de Deportes, Felipe –Jay-Payano, las glorias deportivas, Miguel –Guelo-Diloné, Luis Polonia, Moisés Alou, el representante de la Liga Dominicana de Béisbol, doctor Luis Campos y Winston –Chilote-Llenas, presidente de las Aguilas Cibaeñas, además de actuaciones artisticas encabezadas por Héctor Acosta "El Torito" y El Orfeón de Santiago.
"Siempre será tiempo de Lima"
Durante la lectura del panegírico, Llenas resaltó las virtudes como atleta y personales de Lima.
En ese contexto, destacó su entrega como lanzador, profesionalismo y confianza en si mismo. Lo definió como un competidor y entre sus logros valoró el hecho de que ha sido el primer y único santiaguense con 21 victorias en una temporada "y sus 89 triunfos en lo máximo para un serie 31 en Grandes Ligas".
"Las cosas que hacía, aunque fuera como hobby, las hacía bien. Por eso, cuando soltó la pelota y el guante y agarró los palos de golf, se convirtió en un fino jugador y de eso pueden hablar los trofeos que sirven de adorno a su hogar", observó Llenas.
"En el arte, demostró que era un virtuoso, podía cantar un merengue de us propia autoría, una bachata o una balada, era un verdadero actor", enjuició al señalar el talento y versatilidad del jugador extinto.
"Te puedes marchar tranquilo, siempre será tiempo de Lima y tu mambo no se apagará", "Descanse en paz, amigo del alma", concluyó Winston Llenas su emotiva intervención.
