
Juana es una joven que reside en Pantoja, en Santo Domingo Oeste, y labora en el centro de la ciudad. Para ir a su trabajo y regresar a su casa invierte cada día 100 pesos.
Como labora de lunes a sábado, esos RD$100 representan RD$2,400 al mes y su sueldo es de RD$7,000. La mejor definición que tiene Juana de su situación es de que “trabaja para estar cansada”. El pasaje para una ruta corta en carro cuesta 20 pesos.
El transporte se mantiene como el segundo mayor renglón de gastos en los hogares dominicanos, luego de los alimentos, con una distancia que disminuye cada vez más entre uno y otro.
Se trata de un elemento que llama a preocupación, especialmente si se toma en cuenta que el poder adquisitivo de la gente mantiene una tendencia al empeoramiento en el país.
Las quejas de la gente en distintos momentos y escenarios hablan por sí solas.
Para 1998, cuando el Banco Central dio a conocer su última Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (Engih) ya el transporte estaba en la segunda causa de gastos de los hogares, con una participación de un 15.9 por ciento, que representaba un poco menos de la mitad de la ponderación del grupo alimentos, bebidas y tabaco, que representaba el 33.2% de los gastos corrientes de los hogares.
Doce años más tarde, el transporte sigue siendo el segundo mayor renglón de gastos, y alimentos el primero. El gasto en transporte, que incluye pasajes y compra de combustibles, va en aumento acelerado.
No hay cifras sustentadas en investigaciones económicas que avalen el cambio, pero los testimonios de la gente ponen los recursos dispuestos para transporte casi a la par con el de alimentación.
Víctor Encarnación es un empleado privado que reside en el sector Invivienda, en Santo Domingo Este, y labora cerca de la Winston Churchill, en el Distrito Nacional, es decir que cruza la ciudad de un lado a otro. Víctor posee un pequeño automóvil, que lo adaptó para que se mueva con gas licuado de petróleo, el combustible más barato de los tradicionales. Aún así debe destinar 200 pesos diarios para combustible.
Su gasto mensual es de RD$4,000 y más. Eso representa una elevada proporción de su ingreso mensual. Para compensar, lo que hace es “conchar”, es decir, que monta pasajeros, mientras puede, durante la ruta de ida y regreso del trabajo.
Pero aún así, está pensando " coger lucha" en los autobuses de la Oficina Metropolitana de Autobuses (Omsa) y dejar guardado el carro en la casa, si las cosas siguen como van, con los combustibles subiendo de precio.
En definitiva el alza de los combustibles ha desencadenado una crisis económica que afecta el presupuesto familiar, especialmente en los conglomerados más desposeídos de la sociedad.
Los aumentos en las cotizaciones de los carburantes han sido constantes en las primeras semanas de este año, empeorando así la situación del momento.
El incremento más reciente coloca el galón de gasolina premium a RD$182.90, con un alza de RD$2.80, en tanto que la gasolina regular cuesta ahora RD$172.80 por galón, porque subió RD$2.50.
El gasoil regular se vende a RD$157.00 por galón, al subir el fin de semana pasado RD$3.00. El tipo premium cuesta RD$162.60 por galón. Su cotización aumentó RD$3.00.
Ernesto Leroux, un médico internista, residente con su esposa e hijo en un sector del Distrito Nacional, dice que la única solución para esta situación que se vive actualmente será trabajar en la noche, pues lo que gana en el día a día no es suficiente.
Disminuyen los recursos
Los testimonios de gente que ve diluir sus recursos en el factor transporte (sea por gasto en combustible para un vehículo que posee, o por pago de pasajes) son prácticamente similares en los distintos puntos de la ciudad y de las provincias del país.
Es una situación de la que no se escapan profesores, médicos, obreros y empleados públicos y privados./Por Héctor Linares y Martín Polanco
* Fuente El Caribe
Abogan por mejoría
La Federación de Asociaciones Industriales (FAI) propugnó ayer porque sea mejorado el poder de compra de los trabajadores, pero advirtió que mientras República Dominicana tenga un Estado ineficiente, el costo de la vida seguirá siendo muy alto.
La entidad señaló que las falencias del sistema de transporte público, un suministro de agua no fiable, los altos gastos de bolsillo en educación, salud, así como un servicio eléctrico ineficiente, hacen de República Dominicana un país caro, donde los salarios estarán siempre a la zaga por más aumentos que se produzcan.
“Tan sólo la incapacidad del Estado de organizar el tránsito representa un enorme gasto anual en combustibles importados con dólares y afecta el rendimiento de los trabajadores debido al retraso diario que sufren para integrarse a la cadena de producción”, expuso el presidente de la FAI, Ignacio Méndez, a través de un documento enviado a la prensa.
Indicó que los costos derivados de la falta de gerencia estatal también golpean a los patronos, que además de pagar impuestos deben hacer gastos en seguridad privada y en otros aspectos.