Como corruptos, vagos, títeres, aprovechados, buenos para nada, y otros epítetos califican los dominicanos a los legisladores del país, lo que deja al descubierto la pésima imagen que tiene la población del Congreso Nacional por entender que no representa ni defiende los verdaderos intereses de los dominicanos.Y es que la reciente propuesta del Pastor Ezequiel Molina, coordinador del Movimiento Evangélico La Batalla de la Fe, de que se cierre el Congreso Nacional como forma de que el país ahorre recursos para destinarlos a la educación y la lucha contra la corrupción ha sido respaldada por decenas de dominicanos que han dejado plasmada sus opiniones a través de sus comentarios en elcaribe.com,do.
A juicio de algunos lectores, el Congreso Nacional no tiene razón de ser pues los legisladores no son más que títeres del gobierno, y afirman que al final es el Presidente de turno quien decide que se aprueba o no.
Consideran además, que los legisladores no aportan nada positivo a la República Dominicana, “todo lo contrario, son verdaderos promotores del atraso del país”.
Otros señalan que “por fin apareció un hombre hablando como se tiene que hablar en el país. El Congreso Nacional es una institución parasitaria, que no tiene ninguna participación en la solución de los problemas del país, ya que su miembros solo legislan para aumentar sus riquezas”.
Otros proponen el montaje de un movimiento igual al que se utiliza para exigir que se destine el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto para la educación, para exigir el cierre del Congreso.
Sin embargo, otros más optimistas favorecen se realice una depuración y dejar aquellos senadores y diputados que verdaderamente trabajan a favor del pueblo.
El Pastor Ezequiel Molina sostiene que el mundo vive momentos de anarquía ante la falta de autoridad y el incumplimiento de las leyes.
Entiende favorable “darles unas vacaciones a los congresistas” para dedicar esos recursos a la educación y la persecución de la corrupción y la delincuencia.