
Un modelo de 20 años, de nacionalidad portuguesa, mató y castró a un periodista de 65, en Nueva York, según él, para quitarle los demonios homosexuales que lo invadían. La policía detuvo al modelo y este confesó que la castración era simplemente para eliminar sus virus,le corté los cojones para sacarle sus demonios homosexuales.
Renato Seabra, de 20 años, oriundo de Cantanhede, Portugal, está arrestado por la muerte de Carlos Castro, de 65 años, aunque continúa hospitalizado desde varias horas después de que se descubriera el viernes el homicidio, afirmó el portavoz del Departamento de Policía de Nueva York, el sargento Carlos Nieves.
El cadáver de Castro fue hallado el viernes en la habitación 3416 que ambos hombres compartían en el hotel InterContinental, ubicado en Times Square.
El modelo contó a las autoridades que golpeó a Castro durante una hora. Le provocó fuertes heridas en la cabeza tras agredirlo con el monitor de una computadora. En la espeluznante escena Seabra clavó un abrebotellas en un ojo de la víctima y luego lo castró.
El joven permanece en observación psiquiátrica en el hospital Bellevue, donde también se recupera de unos cortes en la muñeca, fruto de un probable intento de suicidio. Desde allí, donde permanece custodiado desde el sábado pasado, ha confesado que tras torturar durante una hora al periodista, se dio una ducha y se enfundó en un traje. "Fue en ese momento cuando se propinó los cortes", relató uno de los investigadores.
Amigos de la víctima en Nueva York dijeron que Castro y Seabra eran pareja. Sin embargo, la madre de Seabra afirmó a la red de televisión portuguesa TVIndependente que su hijo "no era amante de Carlos Castro".
Seabra "jamás ocultó su sexualidad: era heterosexual", expresó el domingo Odilia Pereirinha antes de que tomara un vuelo a Nueva York. Según un despacho del lunes de la agencia noticiosa Lusa, de Portugal.
"Supuestamente Seabra se enfrentó a Castro diciéndole que él no era gay y que sólo estaba con él por su dinero e influencia", dice The Washington Post, sin identificar sus fuentes, quienes aseguraron que así comenzó una escandalosa pelea en la planta 34 del hotel.