La NFL abrió las puertas para que el viernes comiencen algunas actividades deportivas básicas en las instalaciones de los equipos, cinco días después que una jueza federal decretó ilegal el cierre patronal que duró unas siete semanas, informó AP.
Los jugadores de inmediato aprovecharon la oportunidad, y cerca de una docena de integrantes de los Panthers de Carolina llegaron temprano el viernes al estadio Bank of America para una reunión voluntaria en la que recibirían el libro de jugadas del nuevo entrenador Ron Rivera.
Uno de los primeros en llegar fue el quarterback Jimmy Clausen, cuyo puesto está en peligro después que Carolina eligió a Cam Newton el jueves con la primera selección del draft. Los otros quarterbacks, Tony Pike y Matt Moore, también arribaron a las instalaciones.
"No sé qué pasará cuando entre, pero estoy contento por estar aquí'', comentó Moore.
El centro Ryan Kalil dijo que el cierre patronal fue beneficioso en cierta manera porque pudo descansar más y pasar más tiempo con su familia. Pero Kalil estaba ansioso por reunirse con sus compañeros.
"Creo que nadie pensó que llegaría a este punto, y lo hizo. Creo que fue incómodo para todos'', señaló Kalil. "Es bueno que haya una luz al final del túnel, y ya podemos regresar y salir de esa situación. Ya veremos lo que sucede en el futuro''.
Por primera vez en todas las vacaciones, los jugadores recibieron autorización para hablar con los entrenadores, realizar ejercicios en las instalaciones de los equipos y recibir los libros con las jugadas. La jueza Susan Richard Nelson decidió el lunes que el cierre patronal era ilegal, pero hasta ahora los jugadores no pudieron entrar a las sedes de los equipos.
En las instalaciones de los Titans de Tenesí, el portón estaba abierto el viernes por la mañana. El guard Jake Scott, representante de los jugadores del equipo, fue uno de tres jugadores que arribaron. Scott no pudo ingresar el martes y el jueves, cuando el portón estaba cerrado y custodiado por dos guardias armados.
Los dueños de equipos y los jugadores están enfrascados en una batalla sobre la manera de dividir los ingresos de la NFL que ascienden a unos 9.000 millones de dólares.
La liga apeló la decisión de Nelson en un tribunal federal de apelaciones, con la esperanza de que se restaure el cierre patronal.
La NFL tiene previsto informar el viernes a los equipos los procedimientos a seguir en casos de agencia libre, canjes, y otras decisiones de personal ante la ausencia de un convenio colectivo.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo que teme que la batalla legal dure bastante tiempo. Goodell fue abucheado por los fanáticos que acudieron el jueves al draft en el Radio Music City Hall en Nueva York.
