Con todos los focos centrados en la infección bacteriana que ya ha provocado 15 muertes en Alemania y se ha relacionado con el consumo de hortalizas contaminadas, seguro que más de uno se ha preguntado esta semana si está lavando adecuadamente sus verduras: ¿Es suficiente con el agua? ¿Sirve el vinagre? ¿Tengo que usar un producto especial?Según explica Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, lo primero que hay que tener en cuenta es cómo van a consumirse estos productos. "Los microorganismos pueden llegar al organismo humano si se toman las verduras crudas o con una mínima cocción [al vapor, en tempura]. En cambio, no son capaces de sobrevivir si se someten a otros procesos, como la fritura o el hervido", señala.
Por eso, continúa, aunque deben lavarse todas las verduras antes de su ingesta, "es necesario prestar una especial atención a su limpieza cuando van a tomarse en ensaladas o platos similares".
"En estos casos, lo mejor para acabar con cualquier bacteria es someter a las verduras a dos procesos de limpieza complementarios", subraya.
En primer lugar, explica este especialista, "es recomendable lavar el producto con abundante agua del tiempo a la que añadimos un puñado de sal y un chorro de vinagre". Esto, subraya, permite arrastrar cualquier elemento adherido a la piel de la verdura.
"Después, para asegurar al 100% la limpieza, también puede sumergirse el producto en una solución de agua e hipoclorito sódico, que puede adquirirse en las tiendas y que tiene una acción bactericida", añade. Y, finalmente, sólo queda aclarar bien las verduras para que no queden restos de olores ni sabores.
Todo el proceso no debe ser superior a los 15 o 20 minutos, ya que muchas verduras tienen vitaminas hidrosolubles y podrían perder sus propiedades nutricionales si se someten a procesos más largos.
Por su parte, Lluis Serra, presidente de la Academia Española de Ciencias de la Alimentación, señala que usar lejía convencional también puede ser útil. "Lavarlas bien en un agua a la que se ha añadido como mucho un par de gotas de lejía por litro permite acabar con los microorganismos", apunta.
Este especialista recuerda que las infecciones alimentarias como la que se ha registrado en Alemania no son comunes y que, generalmente, los productos disponibles en el mercado se someten a controles que garantizan su seguridad.
"Hay que extremar las precauciones cuando no se conoce el origen de las verduras y no sabes a ciencia cierta si se han regado con aguas fecales, pero generalmente se puede confiar en los productos comprados en los cauces habituales", concluye.