Para tener un rostro envidiable, es preciso mantenerlo sano y limpio constantemente. Lavarlo con agua y jabón no basta, mucho menos si no es un jabón especial para tu tipo de rostro, por lo cual debes recurrir a las cremas limpiadoras que existen en el mercado.
Sin embargo, si no cuentas con ninguna crema limpiadora a la mano, tú misma puedes hacer una casera e igual de efectiva. Así no te hayas maquillado en el día, debes limpiarlo de todos modos. Se recomienda utilizar un poco de leche tibia sobre tu rostro aplicada con un algodón, mientras la dejas actuar brevemente, para luego enjuagar con agua fría y así cerrar tus poros.
No basta con limpiarse la cara diariamente, también es necesario exfoliarla. Una opción casera, económica y sencilla es a través de una mascarilla de avena. Mezcla avena en polvo con un poco de agua y dos cucharaditas de azúcar. Haz una pasta y aplicala uniformemente sobre todo el rostro mientras masajeas. El masaje ayuda a remover las células muertas y a prevenir los detestables puntos negros que suelen aparecen en la naríz. En el caso que no tengas avena, la puedes sustituir por miel, que con el efecto exfoliador proveniente del azúcar, le dará a tu rostro un hermoso acabado de suavidad.
Recuerda dejar actuar a la mascarilla por 20 minutos como mínimo mientras te mantienes con los ojos cerrados y relajada, para luego enjuagarla con agua fría.
