Tras años como segundo al mando después de Bill Gates, Steve Ballmer asumió como CEO en el año 2000 y quedó como el único a la cabeza de Microsoft en 2009, cuando Gates se retiró de las pistas definitivamente. Desde entonces ha habido dudas respecto de si Ballmer tiene la visión necesaria para llevar a Microsoft al futuro.
Hoy, el influyente inversionista David Einhorn generó una sacudida entre los medios económicos, emplazando directamente a Ballmer a dejar su cargo, por haberse quedado pegado en el pasado. No es la primera crítica de este tipo que recibe Ballmer, pero sí es la primera que viene de un inversionista de la categoría de Einhorn, cuyo fondo de inversión, Greenlight Capital, posee un 0,11% de la compañía.
“Le ha permitido a los competidores vencer a Microsoft en enormes áreas, incluyendo las búsquedas, software de comunicaciones móviles, tablets y redes sociales. Todavía peor, sus respuestas a estas fallas han sido verter una tremenda cantidad de recursos en esfuerzos para desarrollar su camino fuera de este hoyo”, agregó.
Einhorn afirmó que Ballmer necesita “darle la oportunidad a alguien más. Su presencia continua es la mayor amenaza a las acciones de Microsoft”.
Microsoft fue superado el año pasado como la compañía más valiosa en el sector de tecnología, e IBM le arrebató el martes pasado el segundo lugar que le quedaba. Habrá que ver si Ballmer decide por cuenta propia dar un paso al costado.
