Según un estudio divulgado hoy, el satélite tiene 100 veces más agua de lo que se pensaba
Hoy en Estados Unidos se publicó un estudio que indica que la Luna podría tener igual cantidad de agua que la Tierra. Los expertos de la Case Western Reserve University, del Carnegie Institution for Science, y la Brown University creen que en la Luna hay 100 veces más agua de lo que se pensaba, lo cual pone en duda las teorías respecto a la conformación del satélite.
Gracias a la utilización de un instrumento de precisión llamado NanoSIMS 50L microanalizador de ione que sirve para examinar el magma lunar o pequeñas cantidades de roca derretida recogida por el Apolo 17 en 1972, la cual fue la última misión estadounidense en el satélite.
“Estas muestras proporcionan la mejor ventana que tenemos para -calcular- la cantidad de agua en el interior de la Luna. Parece ser bastante similar al interior de la Tierra, por lo que sabemos sobre la abundancia de agua”, expresó James Van Orman, co-autor del estudio y profesor de ciencias geológicas en Case Western Reserve, según informó la agencia France Press.
El estudio divulgado en la revista Science Express.
En el 2008 el mismo equipo publicó un trabajo en la revista “Nature” en la que se mostró una primera evidencia de la presencia de agua en los cristales volcánicos que fueron traídos por la Apolo.
“Lo esencial es que en 2008 dijimos que el contenido primitivo de agua en el magma lunar debería ser similar al agua contenida en la lava proveniente del drenado del manto superior de la Tierra. Ahora, hemos probado que ese es el caso”, señaló Alberto Saal, coautor del hallazgo.
Este estudio confirma la teoría de que la Luna tiene origen común a la Tierra, pero genera dudas sobre la creencia de que la Luna se pudo formar del desprendimiento de nuestro planeta y perdió buena parte de su humedad en ese proceso de alta temperatura.
Esta última teoría postulada en 1970 indica que la Luna se formó después de que la Tierra chocó con una roca espacial o planeta hace unos 4 mil 500 millones de años.
“Esta nueva investigación revela que aspectos de esta teoría deben ser reevaluados”, refirió el estudio.