Los Boston Celtics se pusieron a un triunfo de la final de la Conferencia Este al vencer por un contundente 120-88 en la cancha de los Cleveland Cavaliers, donde LeBron James vivió una noche de pesadilla.
Los Cavaliers, el mejor equipo de la temporada regular y el gran favorito a ganar el título, está contra las cuerdas y pierden la eliminatoria por 3-2. Anoche sufrieron la peor derrota de su historia en un partido de playoff ante unos Celtics que rozaron la perfección.
Ray Allen lideró la anotación visitante gracias a sus 25 puntos y Paul Pierce agregó 21 tantos y 11 rebotes. Pero la clave estuvo en la espectacular defensa de los Celtics, que anuló por completo a James.
La estrella de los Cavaliers sólo anotó 15 puntos después de una pésima serie de tres canastas en 14 intentos. Y una pregunta quedó en el aire: ¿Fue su último partido en Cleveland?
Porque James termina contrato y todavía no se sabe en qué equipo jugará la próxima temporada. Si su equipo cae en Boston el jueves, James podría decidirse a buscar el anillo que le falta en otra ciudad.
El alero de los Cavaliers obtuvo la cuarta peor anotación de su carrera en un partido de playoff. "Cuando tienes tres encuentros malos en toda una carrera, es fácil fijarse en ello. No me siento mal por mí, sino por el equipo. No busco excusas, no soy así", declaró un dolido James.
Todo lo contrario a lo que sucedió en el vestuario de los Celtics. "Nuestro objetivo es no volver a Cleveland. Queremos ganar el sexto partido y no podemos desperdiciar la oportunidad que tenemos", afirmó Kevin Garnett, autor de 18 puntos.